Quedan tres días para que ocurra un cierre del gobierno federal, una situación que impactaría a millones de personas y sin una solución cercana a la vista.
El martes por la noche, el Senado impulsó de manera bipartidista una medida temporal, llamada resolución continua, para romper el estancamiento y mantener el gobierno funcionando hasta el 17 de noviembre.
Los senadores deberían aprobarla para finales de esta semana.
Chuck Schumer, Líder demócrata del Senado escribió en X, anteriormente Twitter:
“La resolución bipartidista del Senado es un puente que nos aleja del extremismo y nos acerca a la cooperación, para evitar a las familias estadounidenses el dolor de un cierre y permitirnos seguir trabajando para financiar completamente al gobierno federal”.
Sin embargo, el presidente de la cámara, Kevin McCarthy, fomentado por un flanco de conservadores que exige fuertes recortes del gasto, rechazó el esfuerzo del Senado y el dinero adicional que se destinó para Ucrania.
En cambio, McCarthy está preparando su propia medida provisional de financiación, que se votaría el viernes, y recortaría el gasto federal en un 8%, añadiendo una medida de seguridad fronteriza de línea dura que los conservadores exigen al presidente Biden.
Kevin McCarthy dijo: "¿Por qué no podemos ocuparnos de la frontera y también de nuestras emergencias? Ucrania ya tiene dinero. Tienen suficiente dinero para sobrevivir durante los próximos 45 días. Pero ¿por qué eso tiene prioridad sobre lo que está sucediendo en la frontera?".
El presidente tiene poca maniobra en este momento sobre el tema fronterizo y la Casa Blanca ha minimizado la perspectiva de conversaciones.
Al mismo tiempo, los demócratas e incluso algunos republicanos han dicho que el paquete de McCarthy es demasiado extremo y no tiene posibilidades de ser adoptado.
Mitch McConnell, Líder republicano del Senado, dijo en el pleno de la Cámara alta:
"Cerrar el gobierno por una disputa presupuestaria interna no fortalece la posición política de nadie. Simplemente congela avances importantes y deja a millones de estadounidenses en vilo."
Un cierre suspendería el pago de millones de empleados federales y militares, interrumpiría los viajes aéreos y cortaría servicios vitales de la red de seguridad. Podrían pasar semanas antes de que el Congreso encuentre una solución.
Incluso si la Cámara pudiera completar su trabajo esta semana sobre su plan para financiar el gobierno, lo cual es muy incierto, aún tendría que fusionarse con una legislación similar del Senado. Algo que también requiere tiempo. Faltan solo tres días y millones de personas se preparan para el peor escenario.