Los italianos increpan con condones a su primer ministro, Silvio Berlusconi por los escándalos sexuales que le rodean.
Tras el anuncio del parlamento de que no se permitirá la investigación del premier por el caso de la joven marroquí a la que supuestamente paragaba por mantener relaciones, activistas de izquierda y jóvenes se han unido para criticar a Berlusconi.
Sin embargo, las encuestas muestran que en su mayor parte, la base de votantes de Berlusconi ha ignorado el asunto "Rubygate", en el que se acusa al primer ministro de tener relaciones con una adolescente bailarina de un club nocturno.
Entre las manifestaciones más llamativas sobresale una prevista el 12 de febrero en Milán con los escritores Umberto Eco y Roberto Saviano y una marcha de mujeres en todo el país al día siguiente.
Otra de las manifestaciones convocadas a través de Facebook prevé protestar ante la suntuosa villa de Berlusconi en las afueras de Milán y lanzar condones a la verja de entrada: una vuelta de tuerca respecto a las monedas que una multitud lanzó al ex primer ministro Bettino Craxi en 1993 cuando fue acusado de corrupción.
En Nápoles, como dicta la tradición, la gente ha sido llamada a golpear sartenes y cacerolas para despedir al premier.
"Esto no es una república fundada en la prostitución", dijo El pueblo morado, una organización contraria a Berlusconi. "La idea es salir a las calles de todas las plazas de Italia de manera pacífica pero ruidosa con ollas, cucharones, sartenes y tapas", sostuvo el grupo.
Los italianos se hicieron acopio de su creatividad y comenzaron a plantear manifestaciones alternativas, como la de tirar ropa interior a la casa del magnate.