Un sonado caso de narcotráfico contra el hermano del presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, comienza el miércoles en Nueva York.
Juan Antonio 'Tony' Hernández Alvarado, de 41 años, fue arrestado en Miami a finales del año pasado.
Está acusado de cuatro delitos: conspiración para la importación de cocaína, posesión de ametralladora y dispositivos destructivos, conspiración para la posesión de ametralladora y dispositivos destructivos y falso testimonio.
La Voz de América cubre el jucio desde Nueva York.
El juicio inicia con la selección de 11 jurados y seis suplentes. El proceso comienza con las entrevistas para asegurar que no tiendan a beneficiar o perjudicar al acusado.
Durante el juicio se presentarán tres testimonios que ya fueron aprobados por la fiscalía y son expertos, en donde se habla de drogas, rutas e incluirá un politólogo y un experto en armas.
Está prevista la entrega de evidencia de dos homicidios en que presuntamente estaría relacionado Toni Hernández.
El caso ha salpicado al hermano de Tony Hernández, el actual presidente hondureño Juan Orlando Hernández, a quien fiscales de Estados Unidos lo acusaron en agosto pasado, vinculándolo por ser supuestamente co-conspirador de soborno de 1.5 millones de dólares para usar en campañas políticas.
El mandatario Hernández lo ha negado todo. Tras la acusación, expresó que no enfrenta cargos criminales en EE.UU., y que las recientes acusaciones de fiscales federales estadounidenses se basan en afirmaciones de narcotraficantes que sólo intentan vengarse de él.
El documento de 44 páginas, que está relacionado con el juicio de Tony Hernández en el distrito sur de Nueva York, afirma que el acusado es un ser "violento" que presuntamente abusó de sus conexiones políticas para obtener ganancias personales y políticas y al menos dos veces "ayudó a planear el asesinato de rivales del narcotráfico".
También parece proporcionar evidencia de la complicidad del gobierno hondureño en el aumento de la violencia que convirtió a Honduras en uno de los países más peligrosos del mundo y obligó a cientos de miles de migrantes a huir hacia el norte.
Cuando Hernández llegó a la presidencia en 2013, Estados Unidos lo percibió como un aliado en la lucha contra la corrupción, la impunidad y el crimen organizado en Centroamérica.
Hernández envió a decenas de narcotraficantes a enfrentar la justicia en Estados Unidos, los cuales, para recibir términos más cortos de prisión, comenzaron a cooperar con las autoridades, lo que derivó en el caso de narcotráfico contra Tony Hernández.
El caso podría tener otras implicaciones debido a los acuerdos firmados recientemente entre Washington y Tegucigalpa para frenar la inmigración ilegal a Estados Unidos desde el llamado Triángulo Norte de países de Centroamérica, compuesto también por Guatemala y El Salvador.