El exlíder de un cártel de drogas aseguró el jueves que se reunió con el hermano del presidente hondureño Juan Orlando Hernández, quien le pidió un soborno a cambio de conseguir fondos públicos para cubrir una supuesta deuda del gobierno con una empresa del grupo criminal.
Devis Leonel Rivera Maradiaga, exlíder del cártel de "Los Cachiros", realizó el señalamiento durante una audiencia judicial en Nueva York en el caso de Fabio Porfirio Lobo, hijo del expresidente hondureño Porfirio Lobo Sosa. Fabio se declaró culpable el año pasado de asociación delictiva para traficar cocaína a Estados Unidos.
El narcotraficante aseguró que el gobierno hondureño debía dinero a Inrimar, una empresa de construcción e infraestructura con la que tenía contratos públicos. Según el capo, el cártel creó la compañía para lavar recursos generados por el narcotráfico.
Antonio "Tony" Hernández, dijo Rivera, iba a conseguir el dinero público para aliviar la deuda que la administración tenía con la empresa, a cambio del soborno.
Hernández, quien es actualmente diputado nacional, negó el jueves por la noche las acusaciones a través de una declaración leída ante los periodistas en un hotel de Tegucigalpa.
"No es cierto lo que se dice de mi participación en supuestas actividades ilegales. No es posible que nos parezca correcto que los patos quieran dispararles a las escopetas", señaló.
Hernández destacó que, por muchos años, "Los Cachiros" hicieron daño a familias hondureñas con el tráfico de drogas, asesinatos y otras actividades delictivas "con todo el dinero, logística y armas que disponían".
"La sociedad hondureña no debería permitir que estos delincuentes usen ahora como armas la mentira y la calumnia con el propósito de seguir haciendo daño a los que luchan de manera frontal contra estas bandas criminales", agregó el hermano del mandatario.
Durante la audiencia en la corte federal de Manhattan, Rivera no dijo directamente si pagó el soborno o si Hernández consiguió los recursos públicos.
"Tony nos iba a ayudar a pasar un dinero a Inrimar, que se nos debía", dijo el narcotraficante, que en la actualidad se encuentra preso y colaboró con la agencia antidrogas estadounidense de 2013 a 2015, antes de declararse culpable en 2016 de asociación ilícita para traficar narcóticos y cometer asesinatos, entre otros cargos.
El narcotraficante afirmó que grabó la reunión con Hernández, aunque no especificó la fecha en que ésta ocurrió. Explicó que la reportó a las autoridades estadounidenses con las que colaboraba.
La semana pasada, Rivera testificó que pagó miles de dólares al expresidente Lobo a cambio de asistencia para llevar a cabo operaciones de tráfico de drogas.
Lobo rechazó las acusaciones del narcotraficante, quien afirmó que incluso se reunió con el exmandatario. Rivera además mencionó a varios funcionarios hondureños que supuestamente también le ofrecieron protección, entre ellos el actual ministro de Seguridad General, Julián Pacheco, quien negó la acusación desde Honduras.
Rivera insistió el jueves en sus señalamientos sobre el expresidente Lobo y dijo que éste "cumplió su promesa" de no extraditarle ni a él ni a su hermano Javier durante su presidencia. Destacó además que el exmandatario "puso a su hijo como interlocutor para protegernos".
El narcotraficante aseguró la semana pasada que sobornó en varias ocasiones a Lobo y a su hijo con cantidades que en total superaron los 600.000 dólares antes y después de que se convirtiera en presidente. Los supuestos pagos ocurrieron entre 2009 y 2013. En un momento dado, afirmó que tuvo una reunión con Lobo y que poco después se entregó a su personal de seguridad una maleta con unos 300.000 dólares para el exmandatario.
Rivera testificó el jueves que cuando ya colaboraba con la agencia antidrogas estadounidense organizó una reunión entre Fabio Lobo y Pacheco.
Los abogados de Pacheco, que se encontraban en la audiencia, dijeron después a los medios de comunicación que su cliente estuvo en una reunión donde se encontraba Fabio Lobo y otros, pero que los echó en cuanto escuchó que le pedían seguridad para un cargamento de droga que provenía de Venezuela.
Desde Tegucigalpa, Hernández dijo que está a disposición de la justicia hondureña o internacional para cualquier investigación que se requiera.
"Por iniciativa propia, libre y voluntaria me presenté en noviembre a los funcionarios del Departamento de Justicia en Miami. Y en enero rendí declaraciones sobre este caso ante el ministerio público" de Honduras, indicó.
Hernández viajó a Miami en el avión presidencial en una visita de 10 horas, pero hasta ahora no ha revelado con quién o quiénes se entrevistó en esa ciudad. Se limitó a decir que se reunió "con muchas autoridades estadounidenses".
La juez Lorna Schofield estipuló que el 30 de marzo emitirá la sentencia de Fabio Lobo.