La guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) atacaron una base de la policía que protegía un radar de tráfico aéreo en la población de Santana, departamento del Cauca.
Tras los combates registrados días atrás y que se prolongaron hasta el siguiente día, el grupo armado tomó como rehenes a tres policías. Pero, el mismo día liberaron a dos de ellos por la gravedad de sus heridas.
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Sin embargo, el joven policía Harrison Stiven Giraldo no corrió con la misma suerte ya que el grupo armado lo tomó cautivo al término del ataque.
Giraldo, de 20 años, permaneció secuestrado por dos días hasta que el grupo guerrillero descubrió que era un auxiliar de la policía colombiana y que no ostentaba mayor rango militar.
Ante el hecho, el grupo guerrillero convocó al Comité Internacional de la Cruz Roja para hacer entrega del uniformado.
“No es política de las FARC, la retención de agentes de policías ni de soldados rasos, solo serán objeto de retención como prisioneros de guerra, oficiales y suboficiales del ejército mercenario y la policía vende patria y aliada del narco-paramilitarismo”, afirmó el grupo guerrillero en un comunicado.
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Giraldo, que luego de ser liberado fue trasladado a la ciudad de Popayán, contó a los medios que no podía creer lo que había sucedido. "Me despertaron, me dieron café y me dijeron que habían llegado por mí, que no me preocupara que todo iba a salir bien", relató a un medio local.
El joven tenía una herida, al parecer de bala, en uno de sus pies, por lo que apenas fue recibido por el Comité Internacional de la Cruz Roja, fue llevado a un centro de salud para atender sus heridas.
En el comunicado, el grupo guerrillero también afirmó abiertamente que en los combates habían muerto tres policías y un guerrillero había sido herido, además de notificar la apropiación de material bélico y el daño a tres helicópteros de la fuerza aérea colombiana.
Las FARC actualmente mantienen en su poder a 11 uniformados que, en algunos casos, completan cerca de 14 años secuestrados, por lo que el grupo es condenado a nivel mundial.