La posibilidad de que la empresa petrolera estatal venezolana, PDVSA, pueda cortar el suministro de petróleo a Estados Unidos como represalia por la sanción aplicada por el Departamento de Estado a la comopañía y otra serie de empresas internacional, no es una opción tan sencilla.
La conclusión corresponde al analista de mercado, consultor privado y ex gerente de convenios operativos de PDVSA, Horacio Medina, quien en declaraciones a la Voz de América, recordó que "Venezuela no le vende a Estados Unidos. Es PDVSA que le vende a algunas empresas estadounidenses, pero principal y primordialmente, le vende a una empresa que es 100% de su propiedad, que es Citgo".
En particular, "PDVSA le vende a Citgo 700.000 barriles por día", afirmó Medina, "es decir, que el 80% va destinado a su propio circuito refinador. Por tanto, es algo como decir, me corto el propio suministro".
Pero además, Estados Unidos no sólo es el principal comprador de petróleo venezolano, sino que además, como explicó Medina, "los 900.000 barriles por día que exporta Venezuela a Estados Unidos son los únicos que hacen sonar la caja registradora de PDVSA".
Mejor aún, "son los únicos barriles que PDVSA realmente vende y cobra, y los únicos que se le pagan a precios de mercado".
El ex gerente de PDVSA dijo que la estatal venezolana podría estar produciendo en la actualidad "unos 2.300.000 barriles al día" de los cuales, "unos 800 a 850.000 barriles provienen de terceros", de manera que el porcentaje del petróleo propio que produce la empresa y que se destina a Estados Unidos, es más significativo para Venezuela, que para Estados Unidos.
Otro aspecto que Medina considera relevante, es que "para Estados Unidos sería mucho más fácil reemplazar esos 900.000 barriles por día en un plazo perentorio de 2 o 3 meses" de lo que sería para Venezuela encontrar otro mercado "en caso de dejar de entregar ese crudo en Estados Unidos".
Para el ex gerente de PDVSA, uno de los elementos a tener en cuenta es que el crudo que se destina para el mercado de Estados Unidos, "es un crudo difícil de manejar por cualquier refinería" y de dejar de enviarlo a Estados Unidos "tendría que venderlo en el mercado general, a un precio muy bajo". Incluso si la opción fuera enviarlo a China, "tendría un altísimo costo de flete y reduciría en forma sustancial los ingresos de Venezuela", advirtió.
De tal forma que la apelación del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y del canciller Nicolás Maduro, al nacionalismo, fue considerado por Medina como "una trampa en la que no se debe caer".
En su opinión "Chávez está tratando de crear a través del discurso, de que esta es una acción del imperio contra Venezuela" y si bien reconoció que "todo ese discurso antiimperialista siempre rinde beneficios", aclaró que "aquí no se trata de eso", sino que se trata de que "el gobierno de Chávez tuvo la libertad de elegir sus amigos" y eso es "su decisión" advirtió.