La Corte Suprema de EE.UU. declaró improcedente una apelación de cuatro grandes compañías tabacaleras contra un fallo de la justicia en el estado de Louisiana para obligarlas a pagar $270 millones e dólares en programas contra el tabaquismo.
Los magistrados del máximo tribunal desestimaron la apelación presentada por las firmas Philip Morris USA, Brown & Williamson, y también por filiales de Reynolds American y del grupo Lorillard.
Según el alegato de las tabacaleras, la justicia de Louisiana había permitido, equivocadamente, que la apelación tomara forma de demanda colectiva en representación de más de 500.000 fumadores.
El fallo inicial, que data de 2004, fue el primero en establecer que las empresas fabricantes de cigarrillos deben subvencionar programas de ayuda a los fumadores para que dejen la adicción.
Originalmente, se había fijado el pago de $591 millones de dólares para dichos programas, pero luego de una apelación la cantidad fue reducida a $270 millones de dólares.