El faltante de municiones detectado en dos unidades estratégicas del Ejército de Colombia es significativamente menor al reportado por el presidente Gustavo Petro, reveló un documento de las Fuerzas Militares conocido por Reuters y que desvirtuó la pérdida de misiles antitanque de fabricación israelí.
Petro denunció el martes la desaparición de más de 1,6 millones de proyectiles en su mayoría calibre 7,62 y 5,56, alrededor de 24.000 granadas, así como dos misiles Spike y 37 Nimrod, estos últimos procedentes de Israel, de las bases militares de Tolemaida, en el centro del país, y Buenavista, en el departamento de la Guajira.
Pero el informe que se le entregó al mandatario y que originó su denuncia, al que tuvo acceso Reuters, solo admite la pérdida de unos 131.000 proyectiles y alrededor de 5.850 granadas.
Dos altas fuentes militares aseguraron que durante la declaración a la prensa en la sede de la Presidencia Petro leyó una columna equivocada del informe, por lo que divulgó cifras diferentes a las reales.
El comandante de las Fuerzas Militares, general Helder Giraldo, admitió que se inició una investigación para determinar con exactitud la cifra municiones faltantes, pero negó la pérdida de los misiles u otro tipo de armamento.
"No se trata de tapar la realidad, lamentablemente tenemos ese delito de fuga de material con personal presuntamente implicado en la venta a grupos armados organizados del país", dijo el oficial a los periodistas el jueves en la noche, y aseguró que efectivos del Ejército posiblemente comprometidos fueron separados de sus cargos y enfrentan cargos criminales.
Giraldo se abstuvo de precisar la cantidad de efectivos investigados por el presunto robo de las municiones.
Las Fuerzas Militares en respuesta a preguntas de Reuters, admitieron la pérdida de municiones en una cantidad "significativamente" inferior a la reportada por el presidente y advirtieron que no tolerarán actos de corrupción que contribuyan a fortalecer grupos armados ilegales.
La oficina de Petro dijo que no haría declaraciones por el momento, al igual que el Ministerio de Defensa.
Históricamente algunos efectivos de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional de Colombia han sido condenados por corrupción y violaciones a los derechos humanos, en medio de la lucha contra las guerrillas izquierdistas y las bandas criminales como parte de un conflicto de seis décadas financiado por el narcotráfico y que ha dejado más de 450.000 muertos.
Petro aseguró que el material bélico faltante fue a dar a manos de grupos armados ilegales de Colombia, así como probablemente al mercado internacional de contrabando de armas y a conflictos extranjeros como el de Haití.
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