El presidente Sebastián Piñera solicitará a Estados Unidos documentos de la central de inteligencia (CIA) que ayuden a esclarecer parte de los más de 1.200 casos de violaciones a los derechos humanos cometidos durante la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990).
"Si hay información que nos pueda proporcionar un gobierno amigo como Estados Unidos, que ayude a que avance con mayor fuerza y rapidez la justicia en Chile, por supuesto que la vamos a pedir", señaló el mandatario.
Piñera desestimó las críticas de quienes esperaban anuncios concretos de Obama cuando aludió a la "nueva era de cooperación" entre su país y las naciones latinoamericanas.
Por el contrario, para el presidente venezolano Hugo Chávez el Discurso de las Américas resultó ser "triste", tal como lo definió en una cadena de radio y televisión. "Un triste papelón el que está poniendo el presidente de los Estados Unidos".
Piñera considera que los liderazgos modernos como el de Lula da Silva, en Brasil, o el de Néstor Kirchner, de Argentina, se ejercen en equipo. "Estoy absolutamente disponible para colaborar con mis colegas presidentes en América Latina para que podamos hacer avanzar la causa de América Latina con mayor rapidez y mayor fuerza".
Análisis de una visita
El tema de los derechos humanos fue un polo recurrente en la visita del mandatario, desde quienes pedían colaboración para esclarecer crímenes hasta otros que demandaban una disculpa de Obama por la intervención de la CIA en la época de Richard Nixon en la desestabilización del gobierno socialista de Salvador Allende.
Obama ofertó la colaboración de EE.UU. para esclarecer la muerte del ex presidente Eduardo Frei Montalva (1964-1970), "ciertamente la vamos a considerar y quisiéramos colaborar". Frei murió en 1982, presuntamente envenenado por agentes represivos de la dictadura de Pinochet, con toxinas que habrían sido traídas desde Estados Unidos.
Piñera también considera que hubo un cambio de mirada a través de las señales que dejó Obama a su paso por Chile. "Fue cambiar un poco el enfoque", de uno asistencialista a otro de colaboración.
Antes Estados Unidos "fijaba la pauta, los caminos y firmaba los cheques. Lo que el presidente Obama nos propuso ayer fue algo que Chile ha venido asumiendo hace mucho tiempo, una relación distinta, pasar del asistencialismo a la colaboración, de una relación desigual, vertical, a una relación entre iguales y horizontal", dijo.
"El lenguaje del siglo XXI ya no es el lenguaje del asistencialismo, es el lenguaje de la colaboración entre iguales", concluyó.
Durante la visita de 20 horas de Obama a Chile se firmaron siete acuerdos, sin contar otros suscritos los días previos.
