En los últimos días de la presente legislatura y antes de que asuma el nuevo Congreso en el que el oficialismo del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, perderá la mayoría de dos tercios, la Asamblea Nacional aprobó una ley que facilita las nacionalizaciones de bancos y los somete a amplios controles estatales.
También el gobierno dio inició a la toma de 47 haciendas privadas que involucran más de 24.000 hectáreas en el occidente del país. Ambas medidas son parte de lo que el presidente Chávez ha señalado como una profundización del socialismo, aumentando el control sobre el sector financiero y en lo que define como un combate al latifundio.
La ley aprobada por la Asamblea Nacional por iniciativa del gobierno, es parte de un amplio paquete a través del cual el presidente Chávez también procura obtener la aprobación para contar con poderes especiales por un año, para gobernar por decretos sin consultar con el parlamento.
La iniciativa tipifica la actividad bancaria como un "servicio público" y por ende declara los bienes y personas jurídicas relacionadas con la prestación del servicio de intermediación como de "utilidad pública", un paso previo a la nacionalización.
Haciendas en los estados de Zulia y Mérida
En lo que tiene que ver con la expropiación de haciendas, el gobierno venezolano inició la toma de control 47 haciendas privadas de más de 24.000 hectáreas. Los funcionarios del Ministerio de Agricultura, con el apoyo de militares y campesinos simpatizantes del gobierno, iniciaron la intervención de 47 fincas en el sur del Lago de Maracaibo, entre los estados de Zulia y Mérida.
La información sobre la toma de control la dio el propio gobierno. "Vamos al rescate de las mejores tierras para el pueblo nuestro que hoy está bajos las aguas", dijo el ministro de Agricultura, Juan Carlos Loyo.
En el último año el gobierno de Chávez ha expropiado más de dos centenares de empresas, según estimaciones del sector empresarial. Las expropiaciones de tierras y fincas ya sobrepasan los 2,3 millones de hectáreas.