Aunque en América Latina y el Caribe la pobreza y la pobreza extrema bajaron a niveles previos a la pandemia, 181 millones de personas carecen de recursos suficientes para cubrir sus necesidades básicas, advirtió el jueves la CEPAL.
La Comisión Económica para América Latina indicó en su informe “Panorama Social de América Latina y el Caribe 2023” que la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto estimada para este año es de 1,7 %, muy inferior al 3,8 % de 2022, lo que “no permite prever nuevas mejoras en materia de pobreza”.
José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la CEPAL, precisó que la tasa de pobreza durante el año pasado fue de 29 %, lo que representa a 181 millones de personas. En tanto, la pobreza extrema se ubicó en 11,2 %, el equivalente a 70 millones de personas.
Según el estudio casi un tercio de la población vive en situación de pobreza, porcentaje que se eleva a un 42,5 % en el caso de la población infantil y adolescente, “una realidad que no podemos tolerar”.
“La incidencia de la pobreza también es más alta entre las mujeres, la población indígena y las personas que viven en zonas rurales”, agregó el informe.
El estudio, centrado en la inclusión laboral, indicó que la creación de empleo en la región entre 2014 y 2023 “ha sido la más baja desde la década de 1950” y precisó que durante la pandemia disminuyó un 8,2 %.
En el caso de los migrantes la situación suele llevarlos a operar en los márgenes de los mercados de trabajo “y eso los torna vulnerables a la explotación” laboral, dijo Salazar-Xirinachs.
Respecto del universo laboral, el informe precisó que de los 292 millones de personas ocupadas en la región, “uno de cada dos se encuentra en empleos informales, (y) cerca de un quinto vive en situación de pobreza”.
Añadió que cuatro de cada 10 “posee ingresos inferiores al salario mínimo y la mitad no cotiza en los sistemas de pensiones”.
Sobre la desigualdad de ingresos el documento dijo que si bien en 2022 disminuyó a niveles inferiores a los registrados en 2019, “esta sigue siendo muy elevada”.
CEPAL precisó que en la región el decil más alto “percibe un ingreso que equivale a 21 veces el del decil de menores ingresos” y añadió que en 2021 la riqueza de sólo 105 personas representó casi el 9 % del PIB regional.
“La región sigue sumida en una doble trampa estructural de bajo crecimiento y altos niveles de pobreza y desigualdad”, destacó Salazar-Xirinachs, quien añadió que los países “deben transitar desde la inserción laboral a la inclusión laboral, eje del desarrollo social inclusivo”.
Respecto de la brecha de género, el informe señaló que durante 2022 la tasa de participación laboral de los hombres fue de 74,5 %, mientras la de la mujer fue de 51,9%. Esta brecha también se registró en las tasas de desocupación: la de las mujeres fue de 8,6% en comparación con la de 5,8 % de los hombres.
“La inclusión laboral es clave para combatir la pobreza, reducir la informalidad y la desigualdad y avanzar hacia el desarrollo social inclusivo”, afirmó CEPAL.
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