Mientras el oficialismo en Nicaragua mantiene una narrativa sobre la defensa de los derechos humanos, el gobierno de Estados Unidos publicó un amplio informe en donde detalla sobre “ejecuciones extrajudiciales” y persecución a la disidencia.
Analistas políticos, exdiplomáticos y disidentes del Frente Sandinista reaccionaron esta semana al informe del Departamento de Estado, catalogándolo como “duro y demoledor”, al denunciar ampliamente las graves violaciones a los derechos humanos que se viven en el país, así como la destrucción a la institucionalidad y las restricciones a la libertad de prensa.
Los expertos consultados por la Voz de América coincidieron que el informe muestra claramente la grave situación en la que se encuentra Nicaragua bajo la administración el presidente Daniel Ortega, sobre todo tras las protestas surgidas en 2018, y que dejaron más de 300 muertos, según organismos de derechos humanos.
El exembajador de Nicaragua en Washington y aspirante presidencial, Arturo Cruz, consideró que el informe del Departamento de Estado contiene “una dureza inusual con Nicaragua, incluso, cuando se compara con informes similares a los países del Triángulo Norte”.
“No hay un solo aspecto del informe que tenga algo mínimamente positivo que decir sobre la conducta de las autoridades nicaragüenses”, sostiene Cruz.
“A modo de ejemplos, desde las condiciones de las prisiones y centros de detención, pasando por activistas de la oposición arbitrariamente encarcelados para después ser ‘desaparecidos’, hasta la negación de los derechos más esenciales que todo ciudadano debe tener cuando se enfrenta al sistema judicial”, valoró Cruz.
Mientras, el analista político y exembajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA) Mauricio Díaz, catalogó el informe como “una pieza extraordinaria por el contenido y profundización”, que hace sobre las violaciones a los derechos humanos que se viven en la nación.
“Este documento o informe es una excelente herramienta que abarca todos los aspectos del acontecer político nacional. Los Estados Unidos están diciendo con toda nitidez cómo valoran al régimen y viene una presión internacional (…) hasta lograr que el régimen acceda a que sea el pueblo nicaragüense que decida su propio destino a través de unas elecciones realmente libres”, dijo Díaz.
Un informe amplio
En lo particular, sobre Nicaragua se destacaron varias denuncias, dentro de ellas, que el “gobierno no ha emprendido una reforma electoral y prefiere oprimir a la oposición prodemocracia”.
Ante esta situación, el ejecutivo estadounidense ha instado a Ortega a implementar de forma urgente las bases para que haya una reforma electoral cuanto antes con el objetivo de celebrar comicios libres y transparentes.
La exguerrillera y disidente sandinista, Doria María Téllez, opinó que el informe “es demoledor” para Ortega, pues asegura que está acompañado de un apoyo bipartidista en los Estados Unidos.
“Este informe no sería tan relevante, si no está acompañado de una política bipartidista. En Estados Unidos es muy raro que haya un consenso en relación a determinados problemas. El régimen de Ortega está completamente acabado después de tres años en los que no ha podido recuperar su modelo hegemónico, su relación con empresarios, con la iglesia”, explicó la exguerrillera nicaragüense.
Añadió que Ortega se sostiene únicamente “bajo la represión” y por sus aliados como la Policía Nacional y el Ejército de Nicaragua, que aparecen precisamente en el informe del Departamento de Estado, implicados en denuncias de violaciones a derechos humanos.
“El informe incluye lo que son los patrones de comportamientos agresivos de la policía, convertida en un instrumento de Ortega, e incluye el papel de complicidad del Ejército Nacional, que ha jugado un rol, y que además tiene numerosas acusaciones sobre ejecuciones extrajudiciales en el campo y está acusado de suministrar armas en el mes de junio y agosto de 2018 y realizar espionaje político para el régimen de Ortega”.
Tras estos señalamientos, la VOA intentó comunicarse con la oficina de prensa del Ejército de Nicaragua para conocer su postura al respecto, sin embargo, el coronel Álvaro Rivas Castillo, jefe de Relaciones Públicas y Exteriores de la institución castrense, pidió enviar un correo con las preguntas necesarias, pero hasta la entrega de este artículo no han sido respondidas.
Elecciones libres deben darse
Tras este informe, los expertos coinciden que la única salida a la crisis que se vive en Nicaragua pasa por elecciones competitivas y creíbles, que están previstas a celebrarse en noviembre de este año.
“Ortega está erosionando su base y la ha tratado de tratar de pastorear usando un lenguaje antimperialista, pero aquí la inmensa mayoría de Nicaragua, incluyendo los sandinistas, saben que el régimen de Ortega significa un hundimiento para el país”, señala Doria María Téllez.
Mauricio Díaz, el exembajador en la OEA, considera que unas elecciones libres darían origen a un gobierno democrático “y a un sistema institucional que nos garantice el desarrollo, las buenas relaciones con los países, y frenar esta tendencia de este régimen que pretende convertirnos en una Cuba y Venezuela en el centro de las Américas”.
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