30 muestras de ADN fueron enviadas por el Gobierno de Guatemala a México para ayudar a identificar a las víctimas de la matanza en Tamaulipas, donde 19 personas perdieron la vida de forma violenta el pasado 23 de enero, informó el canciller guatemalteco Pedro Brolo.
De acuerdo al titular del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINEX) de Guatemala, la extracción de las muestras estuvo a cargo de la Universidad Mariano Gálvez y las primeras 7 se enviaron el viernes pasado y las 23 restantes este martes.
Brolo informó que de las pruebas se tomaron, "2 perfiles genéticos por persona, de las familias que dicen haber perdido comunicación con sus seres queridos durante este tiempo”.
Residentes de la localidad guatemalteca de Comitancillo sospechan que al menos una decena de las víctimas son sus familiares, según autoridades del país centroamericano.
Una nota de prensa de la Agencia Guatemalteca de Noticias indica que ahora el siguiente paso es esperar la información oficial de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas (FGET) y el Gobierno de México, instituciones que deberán determinar cuántos migrantes guatemaltecos conformaban el grupo de asesinados.
México tiene trabajando en el caso a un equipo de expertos forenses, dentistas, genetistas y especialistas en criminología para identificar a las víctimas.
El canciller reiteró que las autoridades de ambas naciones mantienen una comunicación constante, tanto para identificar a las víctimas como para apoyar a sus familiares y dar seguimiento a la investigación del caso.
El lunes, la titular de la Secretaria de Gobernación de México, Olga Sánchez, dio a conocer que están investigando si hay o no responsabilidad de algún servidor público, sobre todo del Instituto Nacional de Migración, en el caso.
Tamaulipas, en la costa del Golfo de México, es la ruta más corta a Estados Unidos desde Guatemala, pero es una zona peligrosa por la presencia de pandillas que secuestran, extorsionan y asesinan a migrantes. La región es escenario habitual de enfrentamientos entre el cartel del Noroeste, que controla parte de Nuevo León, y el cartel del Golfo, presente en Tamaulipas desde hace décadas.
La tasa de violencia ha crecido de manera constante en el país desde fines de 2006, cuando el gobierno entregó el expediente antinarcóticos al ejército. Desde esa fecha se han producido más de 300.000 asesinatos, según cifras oficiales.
México registró 34,523 asesinatos en 2020, un poco menos que en 2019, que fue un año récord desde que el gobierno comenzó a rastrearlos en 1997.