Un grupo de migrantes haitianos que intenta cruzar Costa Rica y que se encontraban en el Centro de Atención Temporal para Migrantes Sur, de la Dirección General de Migración y Extranjería, DGME, están siendo monitoreados por la Policía Profesional de Migración, que sigue a la caravana para velar por su seguridad y que se dirige al norte del país.
La caravana, que comenzó su marcha el pasado 21 de agosto, está compuesta por familias con niños, bebés y adultos, y la policía busca convencerlos sobre los riesgos del viaje, ya que la ruta es peligrosa, con un tránsito vehicular a grandes velocidades, exponiendo su vida, además de la exposición de contagio por el COVID-19, así como la imposibilidad de paso por frontera, ya que las mismas en la región se encuentran cerradas.
“Las autoridades hemos intervenido de forma constante con dialogo y atención a sus necesidades básica de estas personas. Este viaje es muy riesgoso, y se exponen a peligros en carretera, así como a riesgo de contagio. El paso por frontera no está habilitado, las fronteras de la región continúan cerradas, por lo que es importante que estos migrantes retornen a CATEM Sur” señaló el comisionado Stephen Madden, Director de la Policía Profesional de Migración a la prensa.
Según fuentes oficiales, estos migrantes ingresaron a Costa Rica en los primeros meses del año 2020, mediante el flujo controlado coordinado con Panamá y han permanecido en el CATEM Sur, donde han tenido alimentación, atención médica, tanto por parte de la Cruz Roja como por parte de los centros de salud del área.
Asimismo, las autoridades indican que les han provisto de kit básicos de higiene personal, seguridad, camas donde dormir y constante información con intérpretes no sólo de las condiciones migratorias sino de la situación relacionada con la pandemia por el COVID-19.