La Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó, con 78 votos a favor de 84 diputados, una serie de iniciativas que permiten al Gobierno suspender durante tres meses la mayor parte de concentraciones de más de 90 personas en eventos públicos y privados. Además, vuelve obligatorio el uso de la mascarilla.
El decreto transitorio, que no contempla un régimen de excepción o cierre de actividades comerciales y laborales, prohíbe conciertos, mítines políticos, eventos deportivos abiertos a espectadores y celebración de fiestas patronales.
Las medidas, solicitada por el ministro de salud Francisco Alabí, buscan implementar estrictas regulaciones ante el alza de casos por coronavirus.
El Salvador reportaba hasta el martes por la tarde 81.644 casos confirmados por COVID-19 y 2.451 muertes, según datos de la Universidad Johns Hopkins. El país -con más de seis millones de habitantes- ya ha inmunizado completamente a más de la mitad de su población.
Las medias recién aprobadas castigarán con sanciones económicas a empresas o personas que incumplan. Sin embargo, el diputado salvadoreño Guillermo Gallegos, aclaró que “bares, centros comerciales y las escuelas” no están incluidos en las restricciones.
La medida que no fue bien recibida por algunos gobiernos locales por considerarla ambigua; sin embargo, ante las quejas el presidente Nayib Bukele Nayib tuiteo que cualquier alcalde que realice algún tipo de actividad que concentre a muchas personas, será procesados por el delito de desobediencia; además de ser sancionados económicamente.
Por su parte el ministro de Salud aclaró que la implementación de los protocolos es siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
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