El presidente Donald Trump anticipó su decisión de cortar la ayuda económica que Estados Unidos otorga a los países del Triángulo Norte de Centroamérica como parte de sus esfuerzos para impedir la inmigración ilegal por la frontera sur del país.
Los expertos advierten que una medida de esta naturaleza puede tener serias consecuencias en actuales proyectos en la región y demoraría seriamente otros que están siendo impulsados en diversas áreas.
Esa es la preocupación expresada por el doctor José Miguel Cruz, director de investigaciones del Centro de Estudios Latinoamericanos y del Caribe de la Universidad Internacional de la Florida, que remarcó en entrevista con la Voz de América su escepticismo de que una medida tan drástica pueda tener buenos resultados.
“No hay soluciones mágicas a los problemas estructurales de Centroamérica y creo que es un error muy grande por parte del presidente esperar que con un chasquido de dedos se resuelvan los problemas”, afirma el experto en temas de Centroamérica.
El doctor Cruz advierte que actualmente hay programas de ayuda en camino y que están ahí por una razón. “Hay que dejar que surtan efecto, hay que trabajarlos y hay que invertir en ellos, cuidarlos y supervisarlos. Cortando la ayuda no se van a solucionar las cosas”, añade Cruz.
El experto destaca que Guatemala, El Salvador y Honduras son algunos de los países más pobres del hemisferio enfrentando un serio problema económico que los ha afectado por décadas a lo que se suman difíciles condiciones de inseguridad y de violencia que son únicas en la región y en el mundo.
“Es por eso que el apoyo de Estados Unidos ha sido crucial para evitar que estos países se deslicen aún más en el caos social y en el deterioro, producto de un mínimo crecimiento económico y la inseguridad”, destaca Cruz.
Entre los problemas más serios que enfrenta la región están los cuestionamientos al apropiado uso de la ayuda económica que, lamentablemente, ha estado bajo la sospecha de uso indebido y corrupción. Sobre este tópico el experto afirma que en los últimos años se ha hecho un mejor seguimiento de los fondos.
“Estados Unidos se ha dado cuenta de este problema y ha incrementado mucho los mecanismos para asegurar y para fiscalizar los fondos que llegan a Centroamérica. Eso ha mejorado, creo que todavía hay mucho por hacer, pero también creo que en términos de la cooperación y de establecer mecanismos de supervisión y de control se han dado pasos importantes”, manifiesta Cruz.
Nuestro entrevistado concluye afirmando que cortar la ayuda en este punto hace más daño que beneficio.
“Sin duda va a haber un impacto, pero creo que no va a ser inmediato. Sí es muy posible que a la larga la reducción de la ayuda a estos países, que como dije, sufren serios problemas económicos y de pobreza va a incrementar el empuje que hace que muchos ciudadanos viajen a Estados Unidos buscando mejores oportunidades de vida”.
