Un equipo de científicos demostró que las células madre pueden transformarse en las células pancreáticas necesarias para combatir la diabetes y también en parte del tejido intestinal.
Los investigadores de la Georgetown University en Washington trabajó con células madre llamadas espermatogonias, que cultivaron en el laboratorio con compuestos diseñados para crear células que comiencen a comportarse como pancreáticas beta, productoras de insulina.
Cuando trasplantaron las células obtenidas a ratones diabéticos, produjeron insulina y actuaron como las células pancreáticas beta que el organismo destruye por error en los diabéticos tipo 1, explicó el equipo de Gallicano en un encuentro de la Sociedad Estadounidense de Biología Celular en Filadelfia.
Actualmente, los niños y los jóvenes diagnosticados con diabetes tipo 1 deben recibir insulina de por vida. Unos pocos pacientes serían tratados con el llamado Protocolo Edmonton, por el cual reciben un trasplante de células pancreáticas de donantes cadavéricos.
Pero existe una escasez de estas células cadavéricas y los pacientes podrían padecer consecuencias si no son compatibles.
Gallicano dijo que las células de los hombres pueden usarse como fuente de sus propios trasplantes y añadió que quizá el enfoque funcionaría también en las mujeres.