El Consejo del Mercado Común del Mercosur reúne hoy a los ministros previo a la Cumbre de jefes de Estado del Mercosur, que se concretará mañana en Asunción del Paraguay, en la que estará ausente la mandataria Argentina, Cristina Fernández, por cuestiones de salud.
Las delegaciones de los otros tres miembros (Brasil, Paraguay. Uruguay) debatirán la agenda a tratar durante el encuentro, y plantean las resoluciones que precisan ser aprobadas por los jefes de Estado durante la cita que tendrá lugar en el centro de convenciones de la Confederación Sudamericana de Fútbol.
Los cancilleres de los cuatro estados plenarios ya están reunidos en el encuentro extraordinario del Grupo Mercado Común, a la que se espera que asista el ministro de Relaciones Exteriores de Japón, Takeaki Matsumoto.
En esta nueva cumbre, los mandatarios deberán trabajar para reducir las asimetrías que todavía aquejan al bloque 20 años después de su creación.
Así lo dijo el canciller paraguayo, Jorge Lara Castro, a los periodistas: "Continuaremos con los programas para reducir las asimetrías de Paraguay y Uruguay frente a los países de mayor economía como Argentina y Brasil y trabajar por la igualdad aduanera".
En representación de Venezuela, cuya integración plena al bloque aduanero todavía está en proceso, irá el canciller Nicolás Maduro ante la enfermedad del presidente Hugo Chávez, dijo el canciller paraguayo.
Para preparar la reunión de primeros mandatarios del bloque regional, el canciller argentino Héctor Timerman ya se reunió con su par de Chile, Alfredo Moreno, y recibió el viernes al canciller de Uruguay, Luis Almagro.
El presidente del país anfitrión, Fernando Lugo, abrirá el encuentro con un discurso al que seguirá un informe que propondrá el debate inicial. En ese informe se prevé que Paraguay analice su propuesta para ratificar el artículo primero del tratado del Mercosur sobre libre tránsito de mercaderías y personas por la región, como uno de los asuntos clave que buscan ser aprobados por los mandatarios.
Además, los presidentes buscarán un acuerdo para redactar una nueva "cláusula democrática", distinta del protocolo de Ushuaia (Argentina) de 1998, que le dote de unidad y sintonía con los postulados de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur).
Unos 1.000 militares y cerca de 2.000 policías serán desplegados en Asunción para preservar la seguridad del encuentro.