Bajo el llamado a una mayor integración regional, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) está celebrando este martes en Buenos Aires su séptima cumbre, marcada por la reincorporación de Brasil y las diferencias ideológicas y crisis políticas que aquejan a varios países sudamericanos.
Al inaugurar el encuentro con los representantes de 33 naciones, el presidente argentino Alberto Fernández dijo que “ha llegado la hora de hacer de América Latina y el Caribe una sola región que defienda los mismos intereses” para lograr el progreso de sus habitantes.
Fernández rindió cuentas de las iniciativas tomadas por su gobierno durante el año 2022, en que ejerció la presidencia pro tempore de la CELAC, y destacó que llevó “la voz de Latinoamérica a todos los rincones del mundo” para que sus reclamos sean atendidos.
También celebró el regreso de Brasil al foro político de la mano de su tres veces presidente Luiz Inacio Lula Da Silva, después de que su antecesor, el derechista Jair Bolsonaro, apartó al país hace tres años alegando que se había convertido en un escenario que daba protagonismo a los gobiernos izquierdistas y “autoritarios” de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
“Una CELAC sin Brasil es una CELAC mucho más vacía”, afirmó Fernández.
El foro de concertación política nació en 2011 por iniciativa del entonces presidente de Venezuela Hugo Chávez, para diferenciarse de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuestionada por ese y otros dirigentes izquierdistas por su “alineamiento” con Estados Unidos.
Da Silva, histórico dirigente de izquierda que este mes regresó al poder por tercera vez, llegó a Buenos Aires un día antes del encuentro con críticas dirigidas a la derecha latinoamericana a raíz de las violentas manifestaciones de seguidores de Bolsonaro ocurridas semanas atrás en las sedes de los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial de Brasilia.
Al respecto, Fernández, un férreo aliado de Lula en la región, advirtió que la democracia está en riesgo cuando sectores de la ultraderecha “se han puesto de pie” en algunos países e instó a no permitir que “la derecha recalcitrante y fascista ponga en riesgo la institucionalidad”.
“Lo vimos hace pocos días cuando la locura llegó a las calles de Brasilia... y aquí en Argentina también cuando alguien intentó matar a nuestra vicepresidenta (Cristina Fernández)”, dijo el presidente en alusión al frustrado ataque a la dirigente peronista el 1 de septiembre por el que tres jóvenes están detenidos y procesados.
La cita de CELAC tiene lugar en momentos convulsos en Sudamérica a raíz también de las protestas de disidentes políticos en Perú y Bolivia, a las cuales Fernández no se refirió.
Perú sufre una ola de protestas después de que Pedro Castillo fue destituido y encarcelado en diciembre tras disolver el Congreso. Las manifestaciones para exigir la renuncia de su reemplazante, Dina Boluarte, han dejado más de medio centenar de muertos.
En Bolivia también ha habido protestas luego de la detención del líder opositor y gobernador de la provincia de Santa Cruz, el derechista Luis Fernando Camacho, a fines de diciembre.
Fernández instó a “respetarnos en la diversidad”, en alusión a las críticas que despierta la participación de los gobiernos de Venezuela, Nicaragua y Cuba en la cita entre la oposición argentina. “Todos los que están aquí han sido elegidos por sus pueblos”, afirmó el mandatario.
También exhortó a “levantar la voz” contra los bloqueos económicos que Estados Unidos aplica a Cuba y Venezuela por ser “un método perverso” contra los pueblos.
El mandatario cubano Miguel Díaz Canel participa del encuentro. Su par de Venezuela, Nicolás Maduro, desistió en medio de las peticiones de opositores argentinos para que fuera detenido por la orden de arresto que pesa sobre él en Estados Unidos por presunto narcotráfico y envió a su canciller.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, tampoco acudió y envió a representantes de su gobierno.
Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, otro país de gran peso en el continente, no asistió la cumbre alegando que tiene compromisos.
El mandatario mexicano justificó la ausencia de Maduro de la cita porque, según dijo, “la derecha beligerante de Argentina tenía preparado un show mediático” y “hay que evitar las provocaciones”.
Entre los más de 10 presidentes que participan en la cumbre, cuyas sesiones están cerradas a la prensa, se encuentran Da Silva, Gustavo Petro (Colombia), Gabriel Boric (Chile), Luis Arce (Bolivia), Xiomara Castro (Honduras), Mario Abdo Benítez (Paraguay) y Luis Lacalle Pou (Uruguay).
En tanto, el gobierno de Estados Unidos, invitado al encuentro aunque que no es miembro de la CELAC, está representado por el asesor presidencial especial para las Américas, Christopher J. Dodd.
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