Las dos audiencias celebradas esta semana en la Corte Interamericana de Derechos Humanos en Costa Rica, en la que jueces escucharon los alegatos de las organizaciones proderechos reproductivos en El Salvador y del Estado salvadoreño, generó polarización en los exteriores de la corte con activistas a favor y en contra del aborto.
Fue la primera vez que un caso de este tipo llega a una corte internacional. Se trata de un pleito que comenzó en 2013 entre el Estado salvadoreño y la familia de la joven Beatriz Delmy, de 22 años, cuyo feto crecía con anomalías incompatibles para la vida y pidió sin éxito a las autoridades de su país que le fuera practicado un aborto legal y seguro tras ser diagnosticada con lupus y artritis reumatoidea.
El Salvador penaliza el aborto sin excepción alguna desde 1998. Beatriz murió cuatro años después de dar a luz al niño que sólo vivió 5 horas.
"Cuando hay riesgo de vida de la madre, los distintos hospitales tienen códigos y lo saben, inclusive en El Salvador. No se corría ningún peligro para Beatriz y, por esa razón, no se le practicó el aborto", dijo a la VOA, Ruby Mendoza, una activista costarricense que estaba entre los manifestantes fuera de la Corte que abordó el polémico caso entre miércoles y jueves.
Mariana Moisa, antropóloga y feminista salvadoreña que siguió los argumentos de las partes en una pantalla grande ubicada en los exteriores de la Corte, parecía sorprendida por la movilización que la rodeó el jueves en la tarde. Dijo que manifestantes que representaron a grupos conservadores portando banderas celestes y pancartas que decían 'Provida' era “gente muy violenta”.
“Han lastimado a compañeras, a mí me han golpeado con lo que tenían, con banderas. Nunca nos imaginamos que estos grupos fueran tan virulentos y violentos”, agregó sobre manifestantes provida que llegaron con crucifijos e imágenes de vírgenes y se pusieron a rezar.
Estas audiencias reanimaron aún más el debate en El Salvador sobre el tema del aborto. Hasta la Corte llegó el diputado de corte conservador y ex aspirante presidencial de Costa Rica, Fabricio Alvarado, para entregar una declaración en la que pidió “que se respete la vida”. También dijo que “Latinoamérica es provida”.
El polémico caso ha avivado también el debate en Centroamérica y ahora la Corte deberá evaluar si la decisión del Estado salvadoreño violentó la integridad de la joven.
Matthew Redondo Vásquez, un manifestante en contra de la despenalización del aborto dijo a la VOA que él junto al grupo que lo acompañaba se presentó a las afueras de la Corte para “hacer justicia” por Beatriz y acusó a las activistas de ser “grupos manipuladores que reciben ciertos patrocinios de entes muy grandes”.
“Están tergiversando el término sobre la justicia sobre Beatriz. Beatriz quiso a su hija, tuvo a su hija en sus brazos, Beatriz le dio el amor de madre a su hija. Tristemente, por la situación que tuvo la hija de Beatriz, pues falleció”, subrayó.
Aunque el hombre reconoce que Beatriz “no tuvo una asesoría médica de la mejor manera”, agrega que “tristemente se ha manipulado el dolor de la familia. Este caso ha sido tergiversado por otro camino”.
Feministas de la región se suman a la petición de Beatriz
María Teresa Blandón, una feminista reconocida en Nicaragua se presentó a la Corte para respaldar la petición de justicia por Beatriz ya que asegura que el Estado salvadoreño “violó todos los derechos de Beatriz, a la salud y a la vida”.
Blandón lamentó la presencia de las personas autodenominadas “providas” ya que "los grupos más fundamentalistas no les merecen ningún respeto”.
“ Lo que han demostrado aquí es eso: una enorme falta de empatía y falta de compasión con el sufrimiento de Beatriz”, asegura Blandón, y agrega que estas personas “nunca dijeron, por ejemplo, en todo su discurso, que Beatriz sí tenía una enfermedad severa, que Beatriz sí fue informada de que su embarazo no sólo agravaba su estado de salud, sino que era inviable porque la bebé de Beatriz venía sin cerebro”.
“Nosotros aquí oímos decir a estos grupos que daban gracias a Dios porque Beatriz había podido abrazar a su niña que murió cinco horas después de haber nacido. No les importa en realidad que la muchacha haya pasado muchos meses primero con los problemas de salud que ese embarazo le provocó".
Agregó que el embarazo era "inviable y el Estado la estaba torturando, obligándola a continuar con el embarazo".
"Nos parece que, en realidad, no es justo, no es ético pretender que las mujeres tengamos que enfrentar ese tipo de sufrimientos innecesarios”, concluyó Blandón.
Gobierno de Bukele activo en el debate
En el preludio de la audiencia de la Corte, el oficialismo en El Salvador se activó en Twitter en apoyo a que permanezca la prohibición del aborto.
“Que quede totalmente claro: Mientras Nuevas Ideas sea mayoría en la Asamblea Legislativa, no existe ni la más mínima posibilidad de que el aborto se legalice en El Salvador”, escribió en Twitter el presidente de la Asamblea Legislativa y amigo personal del presidente Bukele, Ernesto Castro.
“Vamos a respetar siempre lo que indica la Constitución, no lo que quieran imponernos desde el extranjero algunas organizaciones”, agregó Castro.
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