A dos días de la muerte del presidente iraní Ebrahim Raisi, los investigadores intentan determinar la causa del estallido del helicóptero, un modelo con varias décadas de existencia.
Según las autoridades, es pronto para concluir si ocurrió un sabotaje, y los primeros indicios sugieren que el accidente se debió a la niebla.
Rusia y el excanciller iraní, Javad Zarif , acusaron a Estados Unidos de haber causado el desastre con sus sanciones a Irán, impidiendo una buena manutención del helicóptero.
Sergey Lavrov, Ministro de Exteriores ruso dijo: "Javad Zarif expresó exactamente esta versión, acusando a Estados Unidos, de hecho, de poner en riesgo la vida de las personas al introducir sanciones, que incluyen la prohibición del suministro de repuestos para las aeronaves estadounidenses."
La Casa Blanca rechazó categóricamente estas acusaciones, y confirmó que Estados Unidos no puede ayudar a Irán en la investigación, después de su solicitud, por razones logísticas.
John Kirby del Consejo de Seguridad Nacional dijo:
“Cada país, sin importar quién sea, tiene su propia responsabilidad de garantizar la seguridad y confiabilidad de sus equipos, y eso incluye la aviación civil."
Añadiéndo: "Es lamentable, pero no sorprendente, que el régimen iraní una vez más encuentre una manera de intentar culpar a Estados Unidos por los problemas que él mismo ha creado."
Entre tanto, cinco días de luto empezaron este martes en Irán. El cuerpo de Raisi ya llegó a Teherán para su funeral, mientras los analistas intentan descifrar cuál podría ser el futuro político de ese país.
Ali Vaez, del International Crisis Group dijo:
"Irán ahora se concentrará internamente, al menos durante varias semanas, mientras se celebran las elecciones presidenciales. Y todo eso significa que la Casa Blanca debe estar menos preocupada por la escalada de Irán en el frente nuclear o en la región, porque simplemente no tiene suficiente ancho de banda”.
Como confirmó el Pentágono, la política exterior iraní difícilmente cambiará: Teherán sigue siendo un gran financista de grupos como Hamás y Hizbulá, continúa desarrollando su programa nuclear y se mantiene como un gran enemigo de Estados Unidos e Israel.
Al mismo tiempo, Irán con Raisi había mostrado un lado moderado. La semana pasada, intermediarios iraníes se reunieron con EEUU para garantizar que la guerra en Gaza no fuera el preludio de una guerra más amplia en Medio Oriente. La pregunta ahora es si el nuevo presidente, que será casi seguramente de la misma línea de Raisi, mostrará una cautela similar.
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