Un alto asesor de la Casa Blanca renovó su apoyo al decreto de inmigración del presidente Donald Trump y elogió el aumento de deportaciones.
La Casa Blanca continúa sopesando sus opciones luego de sufrir una derrota judicial la semana pasada, cuando un juez suspendió temporalmente el decreto de Trump que buscaba cancelar el programa de refugiados de Estados Unidos y prohibir el ingreso al país de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana.
Stephen Miller, principal asesor político de Trump y uno de los arquitectos del decreto, insistió en que el presidente tiene autoridad ejecutiva cuando se trata de prohibir el ingreso a extranjeros que considera que representan un riesgo para el país.
Dijo que Trump hará "todo lo que sea necesario hacer, de acuerdo con la ley, para mantener a este país a salvo" y criticó a los jueces que se interpusieron en su camino.
"Esta es una usurpación judicial del poder. Es una violación de los papeles propios de los jueces al litigar disputas, lo combatiremos", dijo Miller en una entrevista con el programa "Fox News Sunday".
En cuanto a los próximos pasos del gobierno federal, Miller dijo que "todas las opciones permanecen en la mesa", entre ellas una apelación ante la Corte Suprema.
El viernes, durante un viaje en avión a Florida, Trump dijo que estaba pensando firmar una "nueva orden" pronto, incluso el lunes, para intentar evitar las impugnaciones legales.
"Como ustedes saben, tenemos múltiples opciones y estamos sopesando todas", dijo Miller al programa "This Week" de la cadena ABC.
El asesor hizo sus comentarios en medio de denuncias de activistas defensores de la inmigración sobre una "oleada" de redadas por parte del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE).
Sobre este tema Trump escribió en su cuenta de Twitter que el 72% de los refugiados admitidos en Estados Unidos entre el 3 y el 11 de febrero, fechas en las que la corte revocó la orden, son de 7 países: Siria, Irak, Somalia, Irán, Sudán, Libia y Yemen.
Las autoridades dicen que sus acciones están enfocadas en los inmigrantes que están en Estados Unidos ilegalmente y que tienen antecedentes penales.
Grupos defensores de los inmigrantes afirman que el gobierno ha deportado a más personas como parte de una aplicación intensificada de las leyes.
El ICE ha dicho que su trabajo no ha cambiado en comparación con sus acciones realizadas en el pasado.
Sin embargo, Trump y Miller lucieron dispuestos a hacer alarde de las nuevas deportaciones.