Más de 2.000 hondureños reanudaron su caminata a través de Guatemala para intentar llegar a Estados Unidos que ha molestado al presidente Donald Trump, quien el miércoles puso a la caravana en el centro de la campaña electoral de medio término para atacar a sus rivales demócratas.
Un día después de que Trump advirtiera a los países centroamericanos que les retiraría la ayuda financiera si no hacen algo para detener la caravana, el mandatario llamó a los republicanos a hacer del tema migratorio parte del discurso electoral para los comicios del 6 de noviembre, cuando se renovará el Congreso.
"Es difícil creer que con miles de personas del sur de la frontera, caminando sin obstáculos hacia nuestro país en forma de grandes caravanas, los demócratas no aprueben una legislación que permita leyes para la protección de nuestro país. ¡Gran tema de medio término para los republicanos!", publicó Trump en su cuenta oficial de Twitter al tiempo que llamó a los republicanos a hacer de las "leyes de inmigración horrendas, débiles y obsoletas" una cuestión de campaña.
Por otro lado, las autoridades guatemaltecas detuvieron el martes al exlegislador hondureño, Bartolo Fuentes, quien viaja en la caravana de migrantes que se dirige a Estados Unidos.
Algunas organizaciones hondureñas habían identificado a Fuentes como coordinador o vocero del grupo, aunque los migrantes dijeron que sólo les acompañaba y ayudaba.
La esposa de Fuentes, Dunia Montoya, señaló que su marido estaría detenido por 72 horas y sería deportado a Honduras, su país de origen, si la intervención de grupos de derechos humanos guatemaltecos no lo evitaba.
Guatemala cerró las instalaciones de migración en el paso fronterizo de Agua Caliente para evitar la entrada de más hondureños. Policías y soldados se apostaron en el lado hondureño de la frontera para impedir nuevas incorporaciones a la caravana.
Horas antes, la cancillería hondureña había asegurado que la gente fue atraída a la marcha colectiva para unirse a la migración con "falsas promesas" de una visa de tránsito para cruzar México y la oportunidad de solicitar asilo en Estados Unidos.
¿Qué les espera en México?
A pocas horas de que los caminantes llegaran al paso fronterizo entre México y Guatemala, funcionarios mexicanos advirtieron que sólo quienes cumplen con los requisitos de ley, podrán entrar al país y, en la mayoría de los casos, los hondureños necesitan visa para hacerlo.
El secretario de Gobernación, Alfoson Navarrete Prida, aseguró que se va a “proteger a los migrantes”, pero que el gobierno mexicano tiene que “advertir con mucha claridad que quien los está convocando en este momento (…) está solamente poniendo en riesgo la vida de niños, mujeres y personas en vulnerabilidad”.
No obstante las advertencias, aún no está claro si México y otros gobiernos de la región tienen la voluntad política de detener físicamente a los decididos migrantes hondureños. En cualquier caso, las autoridades del país pusieron ya en marcha dispositivos de seguridad en algunos estados.
Miembros de la policía federal, encabezados por el comisionado Manelich Castilla, reforzaron la seguridad en la zona fronteriza, con el objetivo de apoyar las revisiones que realiza el Instituto Nacional de Migración.
El funcionario advirtió que ante la eventual saturación en los cruces fronterizos se busca generar las condiciones para salvaguardar los derechos humanos. Por su parte, el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, garantizó que habrá libre tránsito en el estado.
Ante la medida anunciada por el Instituto Nacional de Migración y la Policía Federal de no permitir la entrada a quienes no cumplan con los requisitos de ingreso, el gobernador Velasco señaló que se debe promover una política de puertas abiertas, pues México debe tener la cara limpia para exigir el mismo trato para los connacionales que viven en Estados Unidos.
Escuche aquí el informe de Sara Pablo para la Voz de América desde México: