Un jurado de Texas declaró al ex agente de la CIA Luis Posada Carriles inocente de los once cargos de perjurio, obstrucción de la justicia y fraude migratorio presentados en su contra.
Luego de un juicio de 13 semanas, los jurados deliberaron por sólo tres horas antes de exonerar a Carriles, de 83 años.
El ex agente operó en contra del gobierno de Fidel Castro y de otros regímenes comunistas en América Latina a menudo con respaldo estadounidense. Está considerado como el mayor enemigo público en su Cuba natal y uno de los mayores enemigos del ex presidente Fidel Castro.
Sin embargo, en el 2005 ingreso de contrabando en Estados Unidos y enfrenta acusaciones por perjurio, obstrucción a la justicia y de haber cometido fraude de inmigración.
Se le acusa de haber mentido en una audiencia para obtener la ciudadanía en El Paso cuando se le preguntó cómo ingresó al país, y sobre el hecho de haber sido el autor intelectual de un atentado mortal con explosivos en 1997 en Cuba.
En 1976, Posada Carriles fue arrestado en Venezuela por planear el ataque con bomba contra un avión cubano de pasajeros en el que murieron 73 personas. Fue absuelto por un tribunal militar, pero se escapó de prisión cuando aún enfrentaba un juicio civil. Más adelante, ayudó a Estados Unidos a apoyar a los rebeldes anti sandinistas en Nicaragua.
Los fiscales dijeron al jurado en sus declaraciones finales que nadie puede estar por encima de la ley, a pesar del servicio que le rindió Posada Carriles a Estados Unidos durante la Guerra Fría.
La defensa justifica que a Posada se le tendió una trampa durante su entrevista de inmigración en El Paso.
El cubano se pasó décadas tratando de desestabilizar a gobiernos izquierdistas en América Latina y fue a menudo respaldado por Washington.
Tortuosa trayectoria
Posada Carriles y otros tres fueron arrestados en Panamá en el 2000 en conexión con un plan para matar al presidente cubano Fidel Castro durante una cumbre latinoamericana allí. Fueron perdonados por el gobierno panameño en 2004.
Una vez esos hechos y otros estuvieron incluidos en la evidencia, el fiscal federal Timothy Reardon dijo que el gobierno concluía su caso, "por el momento".
El juicio, con una gran carga política, empezó el 10 de enero y estaba programado originalmente para durar apenas cuatro a seis semanas.