Los candidatos a la presidencia de Argentina cerraron el jueves sus campañas electorales para las elecciones del domingo con duros discursos, especulaciones y promesas, en medio de una fuerte crisis económica e incertidumbre sobre el futuro del país.
Argentina puede tener a partir del resultado de estas elecciones un giro radical de sus políticas, si Mauricio Macri no logra su reelección y gana Alberto Fernández, candidato del Peronismo y el Kirchnerismo, que ha prometido regresar a los programas populares y una política internacional alejada de Estados Unidos.
En la ciudad costera de Mar del Plata, el favorito en los sondeos y ganador de las elecciones internas, ex jefe de Gabinete de Ministros, Alberto Fernández, que puede garantizar el regreso del Peronismo y el Kirchnerismo al poder, dijo que “viene a terminar con las políticas neoliberales”.
“Contra un gobierno que no tuvo ningún empacho dejar que los bancos se enriquezcan, mientras toda la Argentina se empobrecía. Ahora vamos a poner de pie a la Argentina como hace falta”, prometió.
En tanto, en la ciudad de Córdoba, el segundo distrito electoral del país, Mauricio Macri, que aspira a su reelección, pero que perdió por amplio margen las internas, señaló “que puede revertir los resultados y llegar al balotaje”.
“Basta de miedo y que nunca más nos digan que tenemos que resignarnos o que no se puede. Porque sí se puede, sí se puede”.
Mientras, en la ciudad de Salta, en el norte del país, el ex ministro de Economía Roberto Lavagna volvió a insistir en que “sacará a la Argentina de la crisis, como lo hizo luego de 2001”.
“Sí hay posibilidades. Tenemos todo para hacer lo que debemos a hacer, porque tenemos todo, y si todos ponemos el hombro, Argentina sale (adelante)”, afirmó.
Según los analistas, quien gane las elecciones de este domingo en Argentina, deberá tener como prioridad número uno poner en marcha un plan de estabilización de la economía.