Primero diagnosticaron al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, con un absceso pélvico. Lo operaron el 10 de junio en La Habana y encontraron un tumor abscedado. Retiraron muestras y descubrieron el cáncer.
La segunda intervención quirúrgica, que duró cerca de seis horas, se realizó para extraer el tumor. Medía el tamaño de una "pelota de béisbol", en palabras del líder socialista, quien admitió que aún así deberá realizarse radioterapia y quimioterapia.
Esta es, a grandes rasgos, la cronología de los hechos que se conocieron hasta ahora sobre la salud del mandatario venezolano. Lo que aún no se ha revelado es qué tipo de cáncer tiene, algo que las autoridades evitan dar a conocer.
“No sabemos de dónde nace el cáncer, puede ser del intestino grueso, del recto, de sigmoides (segmento terminal del colon), de algún vaso sanguíneo o nervio”, sostuvo el oncólogo Elmer Huerta a la Voz de América.
Otros especialistas consultados por diversos medios de prensa dijeron que la información brindada hasta ahora sugiere que el presidente Chávez sufre de un cáncer de colon, pero más allá de las conjeturas, lo cierto es que si requiere de radioterapia y quimioterapia el cáncer está en una etapa más avanzada.
“Cuando un tumor está localizado y no ha salido a ninguna parte, no se ha extendido, la cirugía basta muchas veces para curar eso. Pero el hecho de que le tengan que dar radioterapia o quimioterapia significa que ha avanzado, está más grande” y ha dado “siembra o metástasis”, explicó el doctor Huertas.
Y cuando esto ocurre, el cuadro es bastante más desalentador. “El paciente vive mucho menos que un paciente a quien encuentran el tumor tempranamente”, aseguró Huerta, aunque evitó dar un pronóstico ya que todavía no se conoce el tipo de cáncer que padece el mandatario. “No lo quiere revelar porque en el momento que lo revele todo el mundo se va a dar cuenta de cuál es su pronóstico y futuro, y él no quiere eso obviamente”, consideró.
Luis Villa, jefe del Departamento de Oncología del Hospital Mercy y presidente de la Liga Contra el Cáncer de Miami, dijo al periódico El Nuevo Herald que suponiendo que el tumor se haya diseminado en la cavidad pélvica, en la parte baja del abdomen, “la probabilidad de cura quirúrgica es de aproximadamente un 40 o un 45%, no más que eso. Pero si se perforó (…) estaríamos hablando de una probabilidad de cura de entre 20 y 25%”.
El mandatario, ahora en Cuba, sigue su tratamiento, desestimando las versiones de que iría a un hospital en Sao Paulo, Brasil, para recibir su quimioterapia.
Una “batalla cuesta arriba (…)”. En palabras del mandatario venezolano, eso es lo que le espera de ahora en más.