A su llegada a Libia para una visita oficial, el primer ministro británico, David Cameron, prometió ayudar en la búsqueda y captura del ex líder libio, Moammar Gadhafi, para que pueda ser llevado ante la justicia.
Cameron también exhortó a Gadhafi y a sus seguidores a "abandonar la lucha". Poco después de arribar a Trípoli, el primer ministro británico hizo las declaraciones junto al presidente de Francia, Nicolas Sarkozy.
Por su parte, el mandatario francés dijo a su llegada que espera “democracia, paz y reconciliación" en Libia.
Los dos líderes europeos son los primeros jefes de estado en hacer una visita a Libia, tras la rebelión que derrocó a Moammar Gadhafi.
Diálogo con el CNT
El primer ministro británico, David Cameron, y el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, arribaron a Libia, para sostener conversaciones con las autoridades del Consejo Nacional de Transición (CNT), que gobierna en forma interina el país, desde que Moammar Gadhafi fuera derrocado.
Los dos líderes europeos arribaron este jueves 15 de septiembre de 2011, y tienen previsto reunirse con el presidente del CNT, Mustafa Abdel Jalil, en Trípoli, antes de viajar a la oriental ciudad de Bengasi, donde hace seis meses comenzó la revuelta.
De acuerdo con la oficina del primer ministro Cameron, se espera que el gobernante británico anuncie un nuevo paquete de ayuda para Libia.
Al inicio de la rebelión en Libia, Gran Bretaña y Francia presionaron a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), para llevar a cabo acciones para proteger a los civiles libios contra las fuerzas de Gadhafi y Francia fue el primero en reconocer en CNT, como el representante oficial del pueblo de Libia.
El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, también tiene programada una visita a Libia esta semana, como parte de una gira por el norte de África.
Mientras tanto, el secretario de Estado adjunto para asuntos de Cercano Oriente, Jeffrey Feltman, tras reunirse con el presidente del CNT, Mustafa Abdel Jalil, aseguró a los libios que el gobierno del presidente Barack Obama, respeta la soberanía del país, y dijo que el futuro de Libia "está en las manos de su propia gente".
Feltman tambien señaló que Estados Unidos observa con atención la creciente influencia de los líderes islamitas, aunque no lo considera una amenaza significativa y agregó que la nueva Libia deberá tomar en cuenta "diferentes alternativas políticas".