Cuatro periodistas burundeses arrestados esta semana, fueron acusados el sábado de socavar la seguridad del estado, tuiteó un editor en su periódico.
Hechos como estos ocurren mientras el gobierno de Burundi toma medidas drásticas contra periodistas y grupos de derechos humanos antes de las elecciones en 2020.
Los periodistas del sitio web de noticias nacionales Iwacu y su conductor viajaron para informar sobre la violencia en la provincia noroccidental de Bubanza cuando fueron arrestados el martes.
Las fuerzas de seguridad dijeron que mataron a 14 personas en la provincia que habían cruzado la frontera desde la vecina República Democrática del Congo.
El medio de comunicación también recibió informes de ataques rebeldes y secuestros de civiles. Los editores decidieron enviar a la periodista de radio Christine Kamikazi, la de política Agnès Ndirubusa, la periodista en idioma inglés Egide Harerimana, el fotógrafo Térence Mpozenzi, acompañados del conductor Adolphe Masabarakiza para verificar la situación.
Ahora el grupo ha sido acusado formalmente de "complicidad en socavar la seguridad interna del estado", tuiteó Pierre Emmanuel, editor del sitio web.
Cientos de burundeses han muerto en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad desde 2015, cuando el presidente Pierre Nkurunziza se postuló para un tercer mandato en disputa. La oposición dijo que su candidatura violaba los términos del acuerdo de paz que puso fin a la guerra civil de la nación del este de África.
En los últimos años, Nkurunziza ha reprimido los derechos civiles al retirarse de la Corte Penal Internacional, expulsar a los investigadores de derechos humanos de la ONU, cerrar grupos de derechos y obligar a los periodistas al exilio.
Unas colegialas que garabatearon el retrato del mandatario fueron arrestadas.
Se espera que Burundi celebre elecciones el próximo año, después de que Nkurunziza ganó un referéndum el año pasado que podría permitirle permanecer en el cargo hasta 2034.
"Acusar a periodistas de delitos de seguridad del estado cuando hacen su trabajo es un asalto a todos los periodistas en Burundi que intentan descubrir la verdad sobre lo que está sucediendo en el Burundi. Este es un intento de intimidar y silenciar a los pocos periodistas independientes que quedan en el país". dijo Lewis Mudge, Director de África Central de Human Rights Watch.
"El mensaje es claro: en el momento previo al período electoral, haga su trabajo y será castigado", ironizó.
El mes pasado, la ONU emitió un informe que decía que la policía, las fuerzas de seguridad y la liga juvenil del partido gobernante, el Imbonerakure, llevaron a cabo asesinatos, desapariciones, torturas y violaciones en grupo de personas percibidas como opuestas al presidente.