El principal funcionario de derechos humanos de las Naciones Unidas advirtió que la lucha contra el terrorismo no debe ser utilizada como excusa para socavar la democracia y los derechos humanos.
En un importante discurso ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Zeid Raad al Hussein dijo que los esfuerzos de los estados para combatir el terrorismo está dando lugar a violaciones graves de los derechos de los mismos ciudadanos que dicen defender.
Zeid, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, dijo que una reacción exagerada a la violencia extremista amenaza con erosionar el sistema de seguridad mundial, construido hace 70 años para evitar el horror de la guerra.
Las operaciones antiterroristas que sean desproporcionadas y brutales violan las normas democráticas y entregan a los terroristas una herramienta de propaganda, agregó.
Citó una serie de violaciones cometidas por grupos terroristas, en particular el Estado islámico, y el grupo extremista nigeriano Boko Haram.
Llamó la atención sobre los asesinatos, torturas y otros actos extremos de crueldad cometidos contra mujeres y niños, ataques genocidas contra grupos étnicos, así como religiosos, y la destrucción del patrimonio cultural.
Zeid dijo que cualquier respuesta a la violencia extremista debe ser dirigida, proporcionada y legal para ser realmente eficaz.
"Las campañas militares, sanciones financieras y los intentos para contener el flujo de armas, como el Tratado sobre Comercio de Armas de Naciones Unidas, pueden ser parte de la solución", dijo. "Pero son necesarias otras acciones para frenar las causas profundas que alimentan estos los conflictos.
"Tenemos que reconocer que gran número de personas se unen a estos movimientos extremistas en masa, ya que han sido de repente e inexplicablemente hipnotizados", dijo Zeid.
Zeid dijo que el extremismo se nutre de la ideología.
También dijo que las personas que están alienadas por años de la tiranía del Estado, la represión, la discriminación y la privación son vulnerables a la tentación de mensajes de propaganda de los grupos extremistas, los que prometen una alternativa, así como una vida mejor y más significativa.
"Muchos de los reclutas que acuden al Estado islámico de más de 50 países se han extraído, creo, por los mensajes de la persecución y la compasión", dijo Zeid. "Llenos de una ira mal definida en la que perciben como un tratamiento injusto en su propio contexto , realmente pueden sentir que se están inscribiendo para proteger a las víctimas de abusos.
"El hecho de que una gran mayoría de las víctimas del grupo son compañeros musulmanes recibe mucha menos publicidad", dijo. "Una verdadera campaña de ideas para desacreditar al Estado islámico necesitará comunicar esos hechos".
Zeid dijo que existen preocupaciones profundas acerca de las restricciones de la libertad de expresión y la reducción del espacio democrático en varios países.
Estos incluyen Armenia, Bangladesh, Burundi, la República Democrática del Congo, Egipto, Hungría, Rusia y Venezuela.
Asimismo, expresó su pesar por el amplio uso de la pena de muerte en todo el mundo y puso de relieve graves casos de abusos contra los derechos humanos en países como la República Centroafricana, Corea del Norte, México, Sudán y Sudán del Sur.
