El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, arremetió el miércoles contra Estados Unidos acusándolo de mentir, poco después de que Washington anunciara sanciones contra dos altos funcionarios salvadoreños.
Los reproches de Bukele, realizados en una serie de tuits desde su cuenta oficial, se dieron luego que el Departamento del Tesoro estadounidense señalara que "una investigación sobre funcionarios del gobierno de El Salvador y líderes de pandillas encarcelados, como la Mara Salvatrucha, ha revelado negociaciones encubiertas entre funcionarios del gobierno y la organización criminal".
En el documento se acusa al actual viceministro de Justicia y Seguridad Pública del país, Osiris Luna Meza, y al director de la entidad gubernamental Reconstrucción del Tejido Social, Carlos Marroquín, de “dirigir, facilitar y organizar una serie de reuniones secretas (...) como parte de los esfuerzos del gobierno de El Salvador para negociar una tregua con los líderes de las pandillas"
"¿Celulares y prostitutas en las cárceles? ¿Dinero a las pandillas? ¿Cuándo pasó eso? ¿No revisaron ni la fecha? ¿Cómo pueden poner una mentira tan obvia sin que nadie se las cuestione? Hay videos sí, pero de sus amigos haciendo eso. No nosotros", escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.
Bukele además hizo denuncias contra la exencargada de negocios de EE. UU. en El Salvador, Jean Manes, quien salió del país a finales de noviembre.
Según Bukele, Manes le pidió en un encuentro liberar al político Ernesto Muyshondt, no reelegir al actual fiscal general Rodolfo Delgado, así como “el compromiso de no tocar”, al expresidente Alfredo Cristiani y al ex fiscal general Douglas Meléndez, ambos señalados por su gobierno de malversación de fondos y lavado de dinero.
Las acusaciones contra EE. UU. por parte de Bukele se dan en medio de una creciente tensión y distanciamiento entre ambos gobiernos, ya que la Administración del presidente Joe Biden no ve con buenos ojos algunas de las acciones emprendidas por el gobierno de Bukele, como la concentración del poder en el Ejecutivo.
Bukele finalizó su diatriba asegurando que con la salida Manes del país, recibió una solicitud de reunión de Brendan O’Brien, el nuevo Encargado de Negocios de EE. UU., con quien tocó entre otros temas el interés del Estado salvadoreño “en reparar la relación” con Estados Unidos.
“Ofrecí colaborar en el combate al narcotráfico y la delincuencia y trabajar para reducir la migración forzada. Pero le recordé que nuestra independencia, no está a la venta”, agregó.
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