El máximo tribunal de Brasil retrasó el jueves hasta noviembre una decisión, relacionada con el hecho de que si los acusados deben ir a prisión después de perder su primera apelación, fallo que podría liberar al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien se encuentra en prisión desde el año pasado por cargos de corrupción.
Se espera que el tribunal de 11 miembros vote 6-5 a favor de revocar una ley que establece que los convictos comienzan a cumplir sus sentencias después de perder su primera apelación y, en cambio, se les permita agotar el largo proceso de apelaciones antes de cumplir la pena de prisión.
La votación estaba 4-3 a favor de mantener la norma cuando el tribunal suspendió la audiencia el jueves hasta el 6 de noviembre.
Poner fin a esta ley podría liberar Lula y de decenas de otros políticos y empresarios condenados en la investigación de corrupción más grande de la historia brasileña, la llamada operación Lava Jato, hasta que hayan agotado el proceso de apelaciones.
En una votación realizada el jueves, la jueza Rosa Weber votó por terminar con la norma que había apoyado en el pasado.
La posibilidad de cumplir una pena de prisión inmediata después de perder una primera apelación alentó a varios sospechosos a negociar acuerdos de delación compensada con los fiscales, que a cambio recibieron información que ayudó a desentrañar un esquema de corrupción centrado en contratos de ingeniería con empresas estatales, en particular con la estatal Petrobras.
El exjuez Sergio Moro, quien lideró la mayoría de los juicios de la operación Lava Jato y ahora es ministro de Justicia en el gobierno del presidente de derecha Jair Bolsonaro, dijo que eliminar la ley sería un gran revés para la lucha de Brasil contra la corrupción.
“El proceso legal en Brasil es extremadamente lento, hay interminables apelaciones tras apelaciones tras apelaciones”, dijo Moro en un evento en Sao Paulo.