El ministro del Planificación de Brasil, una de las figuras clave del gobierno interino de Michel Temer, renunció el lunes en medio de acusaciones de haber conspirado para obstaculizar la mayor investigación de corrupción en el país.
Romero Jucá era una de las figuras clave del gabinete de Temer, cercano confidente y experimentado senador, que iba a encabezar la aprobación del presupuesto del nuevo gobierno en el Congreso para evitar un cierre de actividades el mes próximo.
Sin embargo, una grabación de una conversación que sostuvo con un sospechoso en la investigación amenazó con manchar el nuevo gobierno de centro-derecha, ya estremecido por una serie de reveses políticos en su primera semana en funciones.
El lunes Jucá anunció a periodistas su decisión de renunciar de inmediato, al tiempo que negó haber cometido delito e insistió en que sus comentarios habían sido distorsionados y sacados de contexto.
En la grabación, que tuvo lugar antes de que Rousseff fuera suspendida y que fue publicada por el diario Folha de Sao Paulo el lunes, Jucá dice a un amigo que él está de acuerdo en "un pacto nacional" para detener la investigación de corrupción.
Ante el pedido de ayuda de su aliado, el exsenador Sergio Machado, quien es uno de los investigados, Jucá responde: "El gobierno tiene que ser cambiado para que se detenga este desangre", informa el diario, según el cual las conversaciones fueron secretamente grabadas.
Jucá dice que la conversación, que dura alrededor de una hora, sucedió en su casa o en su oficina pero que no está claro cómo fue hecha. La prensa brasileña informa que podría estar conectada con Machado, quien ha estado negociando un acuerdo judicial con la fiscalía. El exsenador no se ha pronunciado.
Jucá y otros ministros del nuevo gabinete de Temer están siendo investigados por su presunta participación en un masivo escándalo de sobornos relacionado con la compañía estatal petrolera brasileña Petrobras.
