Agricultores alrededor del mundo están descubriendo como las bolsas de plástico herméticamente cerradas pueden preservar sus cosechas y así lograr más ganancias.
Esta económica solución puede proteger de pesticidas y bacteria a los productos almacenados, sin tener que recurrir a químicos.
Casi la mitad de los alimentos producidos anualmente por campesinos en países en desarrollo se daña debido a la contaminación o al tratamiento de los alimentos, dice el Departamento de Alimentos y Agricultura de la Organización de Naciones Unidas.
Esto es preocupante considerando que cerca de un billón de personas en el mundo sufren de hambre crónica.
Reproducción rápida de insectos
En África Occidental, por ejemplo, los agricultores logran una gran cosecha de arvejas para luego perder gran parte de esta debido a los gorgojos, insectos que se multiplican en donde se almacena la cosecha.
Los agricultores por lo general tienen dos opciones, ellos pueden vender sus cosechas inmediatamente, antes de que la infestación se extienda demasiado. El problema es que en el momento de la cosecha, todos están haciendo lo mismo. Los mercados se inundan, los precios caen y los agricultores ganan muy poco.
Insecticidas
La otra opción es exterminar los gorgojos con insecticidas, pero muchos agricultores no saben cómo utilizar los químicos apropiadamente.
“Terminan poniendo demasiado químico” dice Dieudonné Baributsa, de la Universidad de Perdue. Esto produce muertes por envenenamiento.
Baributsa está promoviendo una solución para los llamados “fríjoles asesinos”: bolsas de plástico herméticas. Los agricultores pueden colocar las arvejas en estas bolsas, cerrarlas herméticamente y si algún insecto queda adentro, este morirá por sofocación.
Pero no se trata de cualquier bolsa de plástico. Las bolsas en las que se empaca la sal o el azúcar en los mercados africanos no funcionan. “Esas son bolsas de baja densidad y muy permeables al oxígeno”, dice Baributsa. “Si usted pone sus arvejas allí, estas se dañarán porque los insectos tiene acceso a aire”.
Las bolsas cuestan $2 dólares cada una, que es lo mismo que se gasta en el tratamiento con insecticida. Esta cantidad es una fracción de lo que los agricultores pueden ganar de una bolsa intacta llena de arvejas, especialmente si la pueden almacenar hasta cuando ya la temporada del producto se ha acabado.