El Tribunal Supremo Electoral de Bolivia emitió el miércoles por la noche un conteo que refleja al presidente Evo Morales con una ventaja de 10,02 puntos porcentuales sobre su rival, el expresidente Carlos Mesa, lo que evitaría una segunda vuelta electoral si se mantiene la diferencia.
Con el 98,09% de las boletas computadas, Morales acumulaba el 46,77% de los votos y Mesa el 36,75%. Las boletas restantes podrían hacer variar la diferencia de 10 puntos entre los dos principales candidatos.
Horas antes, Morales se había declarado ganador de la contienda del domingo y acusó a la oposición de armar un "golpe" en su contra.
La ley contempla que, para ganar en la primera vuelta, un candidato debe obtener el 50% más uno de los votos o lograr el 40% y tener una diferencia de al menos 10 puntos porcentuales sobre el segundo.
Cientos de personas con banderas y fuegos artificiales se concentraron en la noche del miércoles frente al edificio de la autoridad electoral de La Paz, mientras que la oposición y agrupaciones ciudadanas denunciaron fraude electoral en protestas callejeras que se extendieron por todo el país.
En un combativo discurso el miércoles en La Paz, Morales criticó los hechos violentos de la víspera, que incluyeron la quema de oficinas electorales y enfrentamientos entre policía y manifestantes, a los que apuntó como focos instigados por la oposición y la intervención extranjera.
Mesa llamó el miércoles a "protestas permanentes" hasta que se confirme una segunda vuelta en los comicios presidenciales y dijo que presentaría evidencia de prácticas de fraude electoral.
Mesa, que fungió como presidente entre 2003 y 2005 y es el candidato de la alianza de centro Comunidad Ciudadana (CC), dijo que si Morales impone el resultado “dará un salto de un gobierno democrático a un gobierno dictatorial”.
En las calles, los manifestantes, mayoritariamente jóvenes, cantaban que no querían vivir en una dictadura como en Venezuela.
En Washington, la OEA exhortó el miércoles a las autoridades bolivianas a celebrar una segunda vuelta sin importar la diferencia entre los dos candidatos más votados.
La OEA dijo que Morales no podía proclamarse ganador y recomendó que, aún si logra una ventaja de 10 puntos respecto de su contendor más cercano, el país debería celebrar una segunda vuelta electoral.
“Debido al contexto y las problemáticas evidenciadas en este proceso electoral, continuaría siendo una mejor opción convocar a una segunda vuelta”, dijo el director del departamento para la observación electoral de la OEA, Gerardo de Icaza.
Por su parte, el secretario asistente interino de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos dijo el miércoles en una audiencia en el Congreso que si Bolivia no respeta la voluntad del pueblo habrá graves consecuencias para la relación del país con el resto de la región.
Las protestas en Bolivia comenzaron después de que el conteo oficial de votos se paralizó por casi 24 horas a partir de las últimas horas del domingo. Desde entonces, se han multiplicado en el país.
La situación podría agravarse en los próximos días, explicó el diputado opositor Wilson Santamaría.
(Colaboración: Waldo Serrano)