Si Bolivia no respeta la voluntad del pueblo boliviano habrán graves consecuencias para la relación del país con el resto de la región, dijo ante el Congreso un funcionario de alto rango del Departamento de Estado.
“Apoyamos plenamente la misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos”, dijo Michael Kozak, secretario asistente interino de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de EE.UU. en una audiencia ante el legislativo el miércoles.
Los comicios en Bolivia, celebrados el lunes, han sido objeto de crítica por parte tanto de organismos internacionales como de otros gobiernos latinoamericanos después de que un recuento rápido oficial extrañamente retrasado mostró al presidente Evo Morales cerca de una victoria absoluta en la primera ronda.
Kozak intervino en la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes junto a otros dos funcionarios para responder ante las preguntas de los legisladores sobre el presupuesto del gobierno estadounidense para Latinoamérica.
Además de los últimos sucesos en Bolivia, la situación en Chile, donde cientos de manifestantes se han tomado las calles en protesta contra el gobierno de Sebastián Piñera, también fueron objeto de la atención de los representantes.
Kozak aseguró que el Departamento de Estado ha obtenido pruebas de “mucha actividad de actores externos”, en concreto Rusia, en Chile.
“Se trata de otro ejemplo en donde Rusia intenta minar nuestros esfuerzos en todo el mundo”, dijo el representante demócrata Albio Sires durante la audiencia, “[Rusia] no es un buena amigo”.
El congresista por el estado de Nueva Jersey también mencionó a Venezuela como un país donde se vive el efecto de la presencia extranjera en la región.
“En realidad lo que está haciendo Venezuela es una invasión al resto del hemisferio con la población que está expulsando fuera” del país dijo Sires en entrevista con la Voz de América.
Según dijo Kozak en su testimonio, el Departamento de Estado ha pedido nueve millones de dólares para apoyar a “actores democráticos” en Venezuela. Su agencia, dijo el funcionario, continuará dirigiendo recursos para “apoyar la democracia en Venezuela, representada por la Asamblea Nacional y el presidente interino Juan Guaidó”.
Respecto a los países del llamado Triángulo Norte —Honduras, El Salvador y Guatemala—el funcionario dijo que aunque EE.UU está comprometido con dar la mano a los gobiernos centromericanos, “los programas de asistencia no pueden ser un sustituto para la voluntad política”.
“[Los gobiernos] deben demostrar que pueden plantar la cara a quienes se aprovechan del status quo”, dijo Kozak.