Bolivia encaraba el martes su peor crisis en décadas en medio de un vacío de poder, después que el expresidente de Bolivia, Evo Morales, dejó el país en un avión con destino a México, cuyo gobierno le concedió asilo político.
El propio presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, envió la aeronave para garantizar su traslado desde el aeropuerto de Chimoré, en Cochabamba. El martes en la madrugada se esperaba la llegada de Morales a territorio mexicano.
Según el diario mexicano El Universal, la aeronave hizo una escala en Paraguay, por más de una hora, para abastecerse de combustible y debido a la negación del uso del espacio aéreo, por parte de Perú.
A través de un mensaje difundido en la cuenta de Twitter, el expresidente boliviano informó que partía hacia México.
Morales reveló previamente una fotografía de su primera noche después de dejar la presidencia: "Forzado por el golpe de Mesa y Camacho con ayuda de la Policía. Así recordé tiempos de dirigente", escribió.
Incluso, denunció un asalto a su domicilio en Cochabamba y agradeció a los vecinos por la ayuda.
Más renuncias
Por su parte, Javier Zavaleta, ministro de defensa de Bolivia, anunció el lunes la renuncia a su cargo.
A través de un video difundido en redes sociales, dijo: “Renuncio al cargo de ministro de Defensa dejando claro a Bolivia y el mundo que la voluntad nuestra, la del capitán general de las Fuerzas Armadas y de este ministro fue siempre la de preservar la institucionalidad de las Fuerzas Armadas al servicio de la población”.
"Jamás dimos una orden para nuestros soldados y marineros empuñen un arma contra su pueblo", agregó.
Sigue la violencia
La escalada de violencia y vandalismo en los departamentos de La Paz y Cochabamba, puso en vilo a la población. La Policía pidió la intervención de las Fuerzas Armadas porque reconoció que su capacidad para contener estos hechos fue rebasada en este conflicto.
El comandante de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, ordenó que “las fuerzas ejecuten operaciones conjuntas con la Policía Boliviana para evitar sangre y luto a familia boliviana, empleando en forma proporcional la fuerza contra grupos vandálicos que causan terror en la población”.
El jefe militar agregó que “nunca las Fuerzas Armadas abrirán fuego” e instó “a la cordura y la paz de nuestra amada Bolivia”.
¿Quién tomará el mando de Bolivia?
Mientras tanto, la senadora de oposición Jeanine Añez, quien podría asumir de forma transitoria la presidencia de Bolivia, llamó a una sesión extraordinaria de la Asamblea Legislativa Plurinacional el martes. La sesión tratará sobre las renuncias de Evo Morales y el vicepresidente Álvaro García Linera.
“Vamos a llamar a elecciones con personalidades probas, que ellos sean los que lleven un proceso electoral que refleje lo que quiere el sentimiento el pueblo boliviano”, señaló la legisladora.
También, a través de un video, instó a los militares a “que cumplan con su labor” para evitar un "derramamiento de sangre”.
Después de casi 14 años de gestión, Evo Morales renunció el domingo asediado por la presión social y las protestas desatadas después de las elecciones del 20 de octubre pasado. Los manifestantes denunciaron fraude electoral, también presionado por policías y militares.
El lunes manifestantes a favor y en contra de Morales se enfrentaron en las calles en otra jornada de protestas violentas.