El gobierno boliviano del presidente Luis Arce planteó impulsar el desarrollo de la cadena productiva de minerales tecnológicos y tierras raras para su industrialización, a propósito de la reciente creación del viceministerio de Minerales Tecnológicos.
No obstante, el investigador del Centro de Desarrollo Laboral y Agrario, Alfredo Zaconeta, dijo a la Voz de América que esto requiere de un plan estratégico para superar el “enorme rezago” respecto a los otros países con potenciales reservas de recursos raros.
"Cuando no hay una normativa acompañada de políticas, de la formación de recursos humanos, de las decisiones en el orden técnico, de nada o poco sirve porque no se está beneficiando el país”, señaló Zaconeta.
Según el Ministerio de Minería y Metalurgia, en Bolivia ya se identificaron al menos 11 áreas prospectivas y depósitos de minerales estratégicos que además de tierras raras contienen titanio, niobio, cobalto, níquel, platino y uranio, entre otros. Sobre este último, el experto explica:
Para Zaconeta,“no se ha desarrollado mayores yacimientos ni explotación en el tema de uranio, solo especulaciones delo que se tiene, lo que se podría tener y lo que se podría hacer y esta rutina va a seguir con cualquier mineral, uranio u otro mientras no se tenga una política para poder aprovecharlo y materializarlo”.
El investigador Zaconeta también enfatizó en la importancia de definir una política estatal clara para saber qué se quiere hacer con las tierras raras y los minerales estratégicos del país.
Por su parte, el presidente Luis Arce ha hablado de la industrialización como un eje fundamental del Plan de Desarrollo Económico y Social 2021-2025.
"No solo es el impulso que se quiere dar a la minería tradicional estatal, sino también dar el salto cualitativo como país y encarar el tema de la administración de los recursos de tierras raras, minerales y recursos que hoy tienen gran valía a nivel internacional”, señaló el presidente.
Actualmente, en el mundo, se registran un grupo de 17 minerales escasos que hoy se utilizan para la fabricación de motores eléctricos, baterías, células de combustible, radares, pantallas de plasma y LED e incluso armamento.
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