El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su esposa, la primera dama Jill Biden, viajarán el domingo 29 de mayo a Uvalde, Texas, donde el martes un atacante de 18 años abrió fuego en una escuela primaria y dejó 19 niños y dos maestros muertos.
Los Biden irán al lugar del suceso “para llorar con la comunidad que perdió 21 vidas en el terrible tiroteo en la escuela primaria”, indicó la Casa Blanca en un breve mensaje el jueves.
Cerca del mediodía del martes Salvador Ramos disparó a su abuela, se dio a la fuga y entró a la escuela Escuela Primaria Robb en Uvalde, donde cometió los asesinatos.
El hecho ha avivado nuevamente el debate en Estados Unidos por la cantidad de tiroteos masivos que ocurren cada año y enfrenta cada vez más a legisladores republicanos y demócratas, en pugna por una ley que restringa la compra y el uso de armas.
Biden ha fustigado duramente la política de uso de armas de fuego. “Estoy harto de lo que está ocurriendo”, dijo el mandatario en un discurso desde la Casa Blanca ayer.
“Las escuelas deben ser santuarios, no campos de batalla”, expresó este jueves la portavoz del Ejecutivo, Karine Jean-Pierre, en un intercambio con reporteros.
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