La Caixa Federal, un banco estatal brasileño, pidió el jueves a la justicia que decrete la quiebra de la empresa constructora Odebrecht, que este año inició un plan de recuperación judicial por deudas.
Odebrecht ha quedado en el centro del escándalo de corrupción internacional del Lava Jato, que desde 2014 ha revelado el sistemático de pago de sobornos a políticos de varios países a cambio de asegurarse contratos de obras públicas y que ha llevado a prisión a poderosos dirigentes y empresarios.
Sofocada por las deudas, la empresa presentó a la justicia el mes pasado un plan de recuperación mientras intenta renegociar sus obligaciones con sus acreedores, entre ellos la Caixa Federal. De acuerdo con el plan presentado, el grupo debe cerca de 25.000 millones de dólares.
En tanto, la compañía constructora respondió a The Associated Press a través de su asesoría de comunicación que “es natural en cualquier recuperación judicial que los acreedores hagan cuestionamientos en las diversas fases del proceso”.
Agregó que “Odebrecht está en una negociación constructiva con sus principales acreedores y confía en que su plan de recuperación será aprobado para la preservación de sus más de 40.000 empleos”.
La constructora dijo que el pedido de quiebra representa un “cumplimiento de formalidades o una estrategia jurídica sin consecuencias” y resaltó que todavía no fue estudiado.
En diciembre de 2016 Odebrecht y una de sus empresas subsidiarias se declararon culpables de corrupción y alcanzaron un acuerdo con las autoridades de Estados Unidos, Brasil y Suiza para el pago de una multa de 3.500 millones de dólares.
La empresa ha citado al Lava Jato como uno de los motivos principales que la ha conducido a la crisis.