La fiscal estatal Marilyn J. Mosby dijo este viernes que la muerte del joven afroestadounidense Freddie Gray fue un homicidio y que los oficiales que participaron en su arresto enfrentan varios cargos, entre ellos el de asesinato en segundo grado.
Una orden de arresto contra los oficiales ya ha sido emitida. Uno de ellos, el motorista, fue acusado de homicidio en segundo grado, pero los cargos también incluyen acusaciones de asalto en segundo grado, mal comportamiento en el cumplimiento del deber y arresto falso.
Algunos de los cargos podrían significar hasta diez años de cárcel para los policías.
La fiscal dijo que Gray fue maltratado, arrestado sin razón, y que los policías violaron los procedimientos al esposarlo de manos y pies en la furgoneta sin que se le pusiera un cinturón de seguridad.
Añadió que una navaja que la policía decía era la causa del arresto, en realidad era completamente legal.
Se cree que la muerte de Gray fue el resultado de “una crítica lesión en el cuello”, la cual según la fiscal, habría sucedido en la furgoneta en la que era trasladado.
Para cuando fue sacado del vehículo policial “el señor Gray ya no respiraba”, explicó y agregó que los oficiales no buscaron ayuda médica inmediata.
La cantidad de información que presentó la fiscal fue sorprendentemente completa como sorpresiva fue la rapidez con la que sacó conclusiones y actuó. Decisiones similares en casos anteriores como los de Ferguson y Nueva York tomaron semanas.
La muerte de Gray desató violentas protestas el lunes pasado en Baltimore y el gobernador del estado de Maryland tuvo que decretar un toque de queda para detenerlas. Las manifestaciones fueron emuladas en otras ciudades en todo el país.
