La autoridad electoral de Bolivia dijo que estaba abierta a una auditoría de los resultados de una elección que le daba un cuarto mandato consecutivo al presidente izquierdista Evo Morales, mientras manifestantes bloqueaban el viernes calles de La Paz exigiendo la revisión.
El recuento final de votos mostró que Morales, del Movimiento Al Socialismo (MAS), obtuvo el 47,08% frente al 36,51% de su principal contrincante, el exmandatario Carlos Mesa, de la agrupación Comunidad Ciudadana, indicó la presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE), María Eugenia Choque.
"Pueden hacer auditoría la OEA, la Unión Europea (...) Estamos dispuestos a cualquier auditoría", dijo Choque en la sede del Tribunal, rodeado por policías antimotines para impedir desde dos cuadras a la redonda el paso de manifestantes.
El recuento oficial de votos de Bolivia se reveló el viernes señalando una victoria absoluta para el titular Evo Morales en una disputada elección presidencial que ha desencadenado protestas y una creciente presión internacional sobre la nación andina para celebrar una segunda vuelta electoral.
El Tribunal Supremo Electoral, sin embargo, no declaró un ganador, aunque el liderazgo de Morales estaba por encima del umbral de 10 puntos porcentuales requerido para una victoria.
El equipo de observadores oficiales de la OEA recomendó el jueves que Bolivia convoque a una segunda vuelta tras la interrupción inesperada del conteo rápido de votos y el cambio repentino de tendencia en favor de Morales al reanudarse un día después, lo que provocó una airada reacción del mandatario, de 59 años.
Cientos de personas congregados en una plaza del centro gritaban consignas contra el gobierno en medio del fuego de improvisadas fogatas para paliar el frío de la noche.
El viernes estallaron más protestas y las Naciones Unidas respaldaron la realización de una auditoría de la votación en medio de acusaciones de fraude.
Una vez que se dieron a conocer los resultados finales, los opositores a Morales organizaron una gran protesta cerca de la sede de la agencia electoral, cantando el himno nacional y coreando: "¡Fraude! ¡Fraude!".
En Santa Cruz, un bastión de la oposición en el oeste del país, la ciudad fue semi-paralizada por una huelga para exigir "respeto por el voto". El transporte público era escaso y hubo enfrentamientos esporádicos entre grupos de manifestantes de la oposición y simpatizantes de Morales.
"Elección, elección (...) Evo dictador, Evo dictador", gritaba el grupo mientras agentes de la policía miraban a corta distancia. "Que renuncie, que renuncie" se oía gritar a otros apostados cerca a la sede del TSE.
En Nueva York, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo que el organismo mundial apoya una auditoría de los resultados electorales de Bolivia que realizará la Organización de los Estados Americanos. Apeló al gobierno y a la oposición "para mantener la máxima moderación".
Una alianza opositora convocó protestas para "defender el voto".
El viernes, se produjeron bloqueos en las calles de los barrios de clase media de La Paz, capital de Bolivia, donde los manifestantes realizaron manifestaciones nocturnas frente al tribunal electoral, con la policía disparando gases lacrimógenos. También se reportaron protestas en Cochabamba.
Morales, quien cuando fue electo por primera vez en 2006 se convirtió en el primer mandatario de origen indígena del país, sostiene que alcanzó la victoria y que la oposición intenta dar un golpe de Estado.
Estados Unidos, Brasil, Argentina y Colombia han pedido a Bolivia que celebre una segunda vuelta entre Morales y Mesa, que terminó por delante de los otros siete candidatos.
Un comunicado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia en nombre de los cuatro gobiernos dijo que "solo reconocerán resultados que reflejen la voluntad del pueblo boliviano".
La Unión Europea tomó una posición similar, diciendo que respaldaba un llamado de la OEA para una elección de segunda vuelta que podría ayudar a Bolivia a calmar los disturbios que estallaron después de las elecciones.
Los gobiernos de Venezuela, Cuba y México han felicitado a Morales por su victoria.
"Regalo de cumpleaños"
La cancillería brasileña dijo en su cuenta de Twitter que en vista de las conversaciones entre la OEA y el gobierno de Bolivia para hacer una auditoría de la primera vuelta, Brasil no iba a reconocer por el momento los resultados.
Ninguno de los miembros del TSE respondió preguntas sobre por qué se paralizó el domingo la transmisión de datos preliminares, planificada para hacer más transparente el proceso.
José Antonio Quiroga, dirigente del partido de Mesa, dijo más tarde en una conferencia de prensa que el TSE "se ha apresurado en el cómputo final en ese último porcentaje que faltaba para darle al MAS la ventaja que faltaba y a Evo Morales el regalo de cumpleaños", que celebra el sábado.
De acuerdo con Quiroga, reportes de sus centros de control en las mesas hay al menos 770 actas con errores de sumatorias y en otras 64 actas hay más votos que votantes registrados.
El dirigente dijo que seguirán convocando a manifestaciones pacíficas en las calles y que era poco probable que el gobierno retrocediera y aceptara realizar una segunda vuelta electoral.
"Creo que es sano para la democracia cambiar de gobernantes, todos tienen su oportunidad. Creo que Evo Morales tuvo una gestión de gobierno aceptable", dijo José Callisaya, un docente universitario de 38 años. "Me parece antipatriótico que unos cuantos jueces cambien la voluntad del pueblo.
El exmandatario Carlos Mesa, de la agrupación Comunidad Ciudadana, un centroderechista de 66 años, dijo el viernes al canal Unitel que "el Gobierno está despreciando el voto popular, el Gobierno está despreciando las gigantescas movilizaciones en todos los departamentos del país (... y) un paro indefinido que se cumple rigurosamente".
La Defensoría del Pueblo reportó el viernes en un comunicado que 29 personas han resultado heridas y 57 fueron detenidas en las protestas de esta semana en distintos puntos del país.
El fiscal general, Juan Lanchipa, dijo a periodistas que su oficina abrió 40 procesos contra manifestantes por actos vandálicos, pero no dio detalles.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, pidió los sectores de la oposición y afines al oficialismo no provocar choques.
"Hay gente que está buscando sangre, que está buscando un muerto para justificar (las protestas) y decir que aquí hay una dictadura", agregó Romero a la radio estatal.
La oficina de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas manifestó el viernes su preocupación por informes "de violencia y uso excesivo de la fuerza".
"Hacemos un llamamiento a todos los actores, incluidos los líderes políticos y sus seguidores, para que actúen con moderación (...) De lo contrario, existe un grave riesgo de que la situación se salga de control", agregó Ravina Shamdasani, de la oficina de la Alta Comisionada, a periodistas en Ginebra.