Corea del Norte advirtió de más ataques militares, como el que realizó a una isla fronteriza, si Corea del Sur continúa lo que llamó “imprudentes provocaciones militares”.
En una declaración, Corea del Norte dice que llevará a cabo una segunda y tercera ronda de ataques sin ninguna vacilación ante eventuales provocaciones.
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Entre tanto, el ministro de Defensa sudcoreano renunció a su puesto, en respuesta a las críticas por la forma en que ha manejado el mortal ataque de artillería norcoreano. El gobierno anunció la decisión en medio de crecientes tensiones.
Seúl informó que aumentará vertiginosamente sus fuerzas militares en Yeonpyeong, donde cuatro sudcoreanos murieron, y en otras cuatro islas cerca de la disputada frontera marítima.
El canciller de China, principal aliado de Corea del Norte, canceló una visita a la capital sudcoreana prevista para el viernes (11/26/2010). El portavoz de la cancillería surcoreana, Kim Young-sun, indicó que Seúl está preocupado por la cancelación.
“Las autoridades chinas explicaron la abrupta postergación atribuyéndola a un conflicto de planificación por parte de Beijing”, indicó Kim.
La declaración de Corea del Norte, divulgada por la agencia de noticias KCNA, surge cuando Estados Unidos y Corea del Sur preparan un ejercicio militar al oeste de la península coreana.
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China expresó preocupación sobre el ejercicio, que contará con el portaaviones estadounidense George Washington en las aguas de la estratégica zona entre China y la península coreana.
