Un ataque con cohetes este viernes contra la embajada de Estados Unidos en Bagdad causó daños menores pero no víctimas, dijeron funcionarios estadounidenses e iraquíes.
El ataque es el primero confirmado contra la embajada, en la fuertemente fortificada Zona Verde de la capital de Irak, desde el comienzo de la guerra entre Israel y Hamás. La Zona Verde alberga edificios del gobierno iraquí y embajadas en la orilla occidental del río Tigris.
Las milicias respaldadas por Irán en Irak se han atribuido la responsabilidad de decenas de ataques dirigidos a bases que albergan tropas estadounidenses en Irak y Siria desde que Israel declaró la guerra a Hamás hace dos meses.
El ejército estadounidense dice que se han llevado a cabo 78 ataques contra instalaciones estadounidenses en las últimas semanas, de los cuales 37 fueron en Irak y 41 en Siria.
Un funcionario de seguridad iraquí dijo que este viernes se dispararon 14 cohetes Katiuska, algunos de los cuales impactaron cerca de una de las puertas de la embajada estadounidense, mientras que otros cayeron al río. El funcionario dijo que el ataque causó daños materiales pero no víctimas.
Un funcionario militar estadounidense informó también del ataque, aunque declaró que no se reportaron víctimas ni daños a la infraestructura.
Un portavoz de la embajada dijo que la embajada de Estados Unidos fue atacada por dos salvas de cohetes aproximadamente a las 4:15 de la madrugada.
"Las evaluaciones están en curso, pero no se han reportado víctimas en el recinto de la embajada", dijo el funcionario, y agregó que ningún grupo específico se había atribuido la responsabilidad del lanzamiento de los cohetes hasta entrada la mañana, pero los primeros indicios apuntaban a milicias alineadas con Irán.
"Pedimos nuevamente al gobierno de Irak, como lo hemos hecho en muchas ocasiones, que haga todo lo que esté a su alcance para proteger al personal y las instalaciones diplomáticas y de los socios de la Coalición", dijo el funcionario. “Reiteramos que nos reservamos el derecho a la legítima defensa y a proteger a nuestro personal en cualquier parte del mundo”.
Los tres funcionarios hablaron bajo condición de anonimato de acuerdo con las regulaciones.
El primer ministro iraquí, Mohammed Shia al-Sudani, dijo en una declaración que "atacar misiones diplomáticas es algo que no puede justificarse". Calificó el ataque como un "insulto a Irak, su estabilidad y seguridad" y prometió "perseguir a los responsables del ataque y llevarlos ante la justicia”.
Sudani llegó al poder con el apoyo de una coalición de partidos respaldados por Irán. Pero también quiere que continúen las buenas relaciones con Estados Unidos y ha respaldado la presencia continua de tropas estadounidenses en su país.
Si bien ningún grupo se atribuyó la responsabilidad del ataque a la embajada, la Resistencia Islámica en Irak, que agrupa a milicias respaldadas por Irán, emitió declaraciones sobre ataques separados este viernes contra la base aérea de al-Asad, en el oeste de Irak, utilizada por las fuerzas estadounidenses, y contra una base ubicada en el campo de gas de Conoco en el este de Siria.
Hay aproximadamente 2.500 soldados estadounidenses en Irak y alrededor de 900 más en el este de Siria, en misiones contra el grupo Estado Islámico. En ambos países, Irán tiene milicias leales a Teherán.
En respuesta a los ataques contra las tropas estadounidenses, Estados Unidos ha respondido con ataques aéreos tres veces en Siria desde el 17 de octubre, dirigidos a depósitos de armas y otras instalaciones vinculadas directamente con el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán y las milicias.
Estados Unidos también atacó múltiples sitios en Irak a fines del mes pasado después de que un grupo de milicias disparó por primera vez misiles balísticos de corto alcance contra las fuerzas estadounidenses en la base aérea de Al Asad.
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