Un ataque aéreo israelí en el norte de Gaza mató a 10 miembros de la familia del jefe político de Hamás, Ismail Haniyeh, con sede en Qatar, según confirmaron funcionarios locales y familiares de los fallecidos.
El ataque, perpetrado este martes, alcanzó una casa en el campo de refugiados de Shati, al oeste de la ciudad de Gaza.
Los ataques israelíes al principio de la guerra mataron a tres de los hijos de Haniyeh.
El ejército israelí informó que sus fuerzas llevaron a cabo ataques aéreos contra edificios en Shati y otra zona en el norte de Gaza que, según dijo, estaban siendo utilizados por militantes de Hamás que participaron en el ataque del 7 de octubre contra Israel.
Los últimos enfrentamientos se produjeron cuando la Corte Suprema de Israel dictaminó que las Fuerzas de Defensa de Israel deben reclutar a seminaristas judíos ultraortodoxos para el servicio militar.
La guerra en Gaza y los enfrentamientos de Israel con militantes de Hizbulá a lo largo de la frontera con el Líbano han hecho que el tema sea aún más prominente, ya que la gente cuestionó las exenciones de larga data que permitían a los estudiantes del seminario evitar el servicio militar requerido para la mayoría de los hombres y mujeres israelíes.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, advirtió el lunes al ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, que no debía permitir que el conflicto con Hamás en Gaza se amplíe para incluir a Líbano y Hizbulá.
Blinken "subrayó la importancia de evitar una mayor escalada del conflicto y alcanzar una resolución diplomática que permita a las familias israelíes y libanesas regresar a sus hogares", según un comunicado del portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
Blinken también presionó a Gallant para que Israel tome más medidas para proteger a los trabajadores humanitarios en Gaza.
El ministro de Defensa israelí se reunirá con otros funcionarios estadounidenses durante su visita a Washington esta semana, incluido el secretario de Defensa, Lloyd Austin.
La guerra se encuentra ahora en su noveno mes sin un final inmediato a la vista. El presidente Joe Biden ha esbozado un alto el fuego que pondría fin a los combates durante seis semanas y facilitaría la liberación de los rehenes retenidos por Hamás. Ese grupo ha dicho que cualquier acuerdo debe resultar en el fin de la guerra, una demanda que Israel ha rechazado.
La guerra fue desencadenada por un ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre que mató a 1.200 personas en Israel y llevó a la captura de unos 250 rehenes. La contraofensiva israelí en Gaza ha matado a más de 37.500 palestinos, en su mayoría civiles, pero también a miles de combatientes, según el Ministerio de Salud del territorio.
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