En San Diego, California, el notorio narcotraficante mexicano Francisco Javier Arellano Félix fue sentenciado a cadena perpetua, por regentear el violento cartel que lleva el nombre de su familia.
En una carta traducida al inglés y leída por su abogado, Arellano Félix pidió perdón a aquellos que sufrieron por sus actos y conducta criminal.
En un acuerdo judicial logrado en septiembre, Arellano Félix confesó haber dirigido el cartel que lleva su apellido, que en un tiempo controlaba gran parte del comercio de drogas ilegales a través de la frontera de México y Estados Unidos.
También admitió haber ordenado y cometido asesinatos, en conexión con las operaciones del cartel. Arellano Félix fue arrestado por el Servicio de Guardacostas, el año pasado, en su yate, en aguas internacionales cerca de la costa de Baja California, México.