"Motivos políticos electorales", esa fue la opinión de tres analistas sobre el anuncio que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, realizara el lunes por medio de su cuenta de Twitter de restablecer los aranceles a las importaciones de acero y aluminio procedentes de Brasil y Argentina.
"Trump está haciendo esto para hacer ver que está interesado en ayudar a la gente y obligar a que se compre más acero en Estados Unidos", dijo Shunko Rojas, exsubsecretario de Comercio Internacional de Argentina; durante el conversatorio, realizado vía telefónica.
"Políticamente es un mensaje para los agricultores e industriales en Estados Unidos, de que esta es una forma de apoyarlos, no es algo en sí contra los países implicados", razonó Rojas.
Renata Vargas Amaral, Fundadora de Women Inside Trade, coincidió con su colega sobre este punto, "esto parece más una decisión tomada en base a razones políticas electorales. Básicamente él ha sido criticado en otras oportunidades por tomar decisiones que parecen ser más emocionales que otra cosa", dijo la experta.
Asimismo, coincidieron en que habrá que analizar el impacto que esta medida tendrá en las relaciones diplomáticas y en cómo esto puede beneficiar a China, quien actualmente se encuentra en una guerra comercial con Estados Unidos.
"Esto podría representar una oportunidad para China, que ha sabido analizar y aprovechar las oportunidades aplicando estrategias diplomáticas que les ha beneficiado mucho, lo hemos visto recientemente en su acercamiento con Brasil", dijo Thiago de Aragão, director de estrategia de Arko Advice.
Y es que en los meses previos a las elecciones presidenciales del año pasado en Brasil, Jair Bolsonaro calificó a China de depredadora y molestó a las autoridades chinas al visitar Taiwán, archirrival de Beijing.
Pero en la pasada cumbre con los líderes de las economías emergentes, conocidas como BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), Bolsonaro se mostró más pragmático.
En su rápida expansión en la década de 2000, que la llevó a ser la segunda economía del mundo, China se apoyó en productos básicos de terceros países. Brasil, la mayor economía de Latinoamérica, envió soya, mineral de hierro y petróleo para satisfacer el voraz apetito del gigante asiático. Esos tres productos suponen más del 80% de sus exportaciones a China.
En octubre pasado, Bolsonaro viajó a Beijing para firmar acuerdos económicos y de otro tipo, como la exención de visas a ciudadanos chinos. Xi lo recibió en su auto y caminaron juntos por una larga alfombra roja.
Con respecto a Argentina, Shunko Rojas dijo que este será un asunto que tendrá que analizar el electo presidente Alberto Fernández, quien por ahora parace más enfocado en formar su gobierno.
"Fernández en este momento está forjando las alianzas políticas que le servirán durante su mandato", aseguró que esta medida podría tener impacto en las principales empresas argentinas que venden el aluminio, pero no tanto al comercio entre ambas naciones.
El conversatorio, que se realizó vía telefónica, fue organizado por el Centro Adrienne Arsht para América Latina del Atlantic Council y el Programa Global de Negocios y Economía, con sede en la ciudad de Washington DC.