El máximo órgano de toma de decisiones del Parlamento Oficial de China votó el martes para expulsar al ministro de Relaciones Exteriores, Qin Gang, y volver a nombrar a su predecesor en el cargo, Wang Yi.
Los analistas consideran que la sorprendente reorganización del personal -semanas después de que Qin desapareciera de la vida pública- refleja la agitación en el sistema diplomático de China y no descartan que tenga un impacto negativo en el compromiso de Beijing con otros países.
El diplomático de carrera, de 57 años, ha sido visto durante mucho tiempo como uno de los hombres de confianza del líder chino Xi Jinping. Qin fue nombrado ministro de Relaciones Exteriores de China en diciembre pasado, luego de servir como embajador ante EEUU durante la pandemia de COVID-19.
No ha vuelto a ser visto en publico tras reunirse con funcionarios de Sri Lanka, Vietnam y Rusia, el pasado 25 de junio.
“La carrera política de Qin ha terminado y creo que Wang sólo desempeñará un papel de transición en medio de esta crisis latente en el sistema diplomático de China”, dijo a la Voz de América Wu Qiang, un académico independiente en China.
Agregó que la destitución de Qin y los rumores que se han asociado con su desaparición reflejan el nivel de incertidumbre entre los principales líderes del país.
Los medios estatales chinos no han dado más detalles sobre la destitución de Qin, pero sigue a semanas de especulaciones sobre su prolongada desaparición pública. La falta de información sobre la situación de Qin sigue la práctica de larga data del Partido Comunista Chino de no discutir temas delicados.
“No hay una explicación sobre su remoción, lo que crea una impresión de falta de debido proceso, incertidumbre y arbitrariedad”, dijo Ian Chong, experto en política exterior de China en la Universidad Nacional de Singapur (NUS).
Se cree que Qin, visto como un representante abierto de China en todo el mundo, desempeñó un papel fundamental para facilitar el restablecimiento de la comunicación entre Beijing y Washington en las últimas semanas.
El martes por la noche, hora local, China había eliminado la información sobre Qin del sitio web del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Algunos observadores dicen que el rápido ascenso de Qin refleja los riesgos que conlleva la "política personalista" de Xi, ya que los nombramientos de personal ya no se determinan a través de un sólido proceso de revisión interna.
“China solía ser muy rigurosa en la designación de personal, lo que incluye revisar los antecedentes de los candidatos y consultar con diferentes partes interesadas”, dijo Alfred Wu, experto en política china de la Universidad Nacional de Singapur.
Wu dijo a la VOA que el proceso centralizado de toma de decisiones de Xi Jinping ha “deshabilitado” los controles y equilibrios que solían existir en el Partido Comunista. “El sistema de China está roto”, dijo el experto.
Un intento de minimizar el impacto de la eliminación de Qin
Los analistas creen que la decisión de reemplazar a Qin con una figura experimentada como Wang refleja el deseo de los principales líderes de China de minimizar el impacto del repentino cambio de personal.
“En este punto, es posible que los líderes no confíen en los postulados de Qin, por lo que esperan nombrar a alguien que represente un cierto grado de continuidad como ministro de Relaciones Exteriores de China”, dijo Chong de NUS a la VOA.
El experto chino independiente Wu agrega que Beijing espera minimizar el impacto de la destitución de Qin al nombrar a una figura familiar como Wang para el cargo de ministro de Relaciones Exteriores.
“Beijing quiere controlar los daños en su interacción con otros países, y reemplazar a Qin con Wang puede evitar crear más incertidumbre”, explicó.
Wang, quien fue ministro de Relaciones Exteriores de China entre 2013 y 2022, ahora es director de Asuntos Exteriores del Partido Comunista y ministro de Relaciones Exteriores de China, lo que, según algunos expertos, podría ser contraproducente para la implementación de la política exterior de China.
“El nombramiento de Wang puede verse como un arreglo transitorio, que puede comprometer la efectividad del alcance internacional de China”, dijo Wen-ti Sung, experto en política china de la Universidad Nacional de Australia.
Él cree que la previsibilidad y la transparencia son esenciales para "regularizar" los diálogos y generar confianza.
Sin cambios en la dirección de la política exterior de China
La destitución de Qin se produce en medio de los esfuerzos de China por reiniciar sus actividades diplomáticas después de salir del bloqueo de cero-COVID de tres años. En los últimos meses, Xi ha sostenido encuentros bilaterales con decenas de líderes mundiales y Pekín ha organizado varios encuentros internacionales con aliados en diferentes partes del mundo.
El experto chino Wu cree que la reorganización sorpresiva en el sistema diplomático de China no afectará la dirección de la política exterior de China, ya que los ministros de Relaciones Exteriores sirven principalmente para ejecutar, no para decidir, la política exterior en China.
“No importa quién sea el ministro de Relaciones Exteriores, China se apegará a la diplomacia del ‘jefe de Estado’ en el futuro cercano, y su prioridad será la Cumbre de líderes de la APEC (Cooperación Económica Asia–Pacífico) a realizarse en EEUU a finales de este 2023”.
Aunque la dirección de la política exterior de China permanecerá sin cambios, Wu cree que habrá menos “estilo personal” una vez que Wang asuma el cargo de ministro de Relaciones Exteriores.
“Es probable que Wang tenga que modificar su duro estilo diplomático y adoptar un enfoque más moderado porque eso es lo que China necesita cuando se enfrenta a la amplia gama de desafíos diplomáticos que enfrenta”, puntualizó.
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