Los propietarios de casas en Estados Unidos afectados por la crisis hipotecaria están un paso de solucionar su situación.
Este 9 de febrero de 2012, las autoridades estatales y federales anunciaron un acuerdo por $25.000 millones de dólares con cinco importantes bancos, Bank of America, JP Morgan Chase, Wells Fargo, Citigroup y Ally Financial.
Ante el acuerdo, el presidente Obama afirmó que con este pacto se "da vuelta la página a una era de imprudencia que ha dejado mucho daño a su paso".
El acuerdo será efectivo en 49 estados y es una de las medidas que intenta mitigar el efecto de “burbuja hipotecaria”, especialmente para aquellos que consiguieron préstamos hipotecarios más grandes de lo que podían asumir.
El acuerdo reduce la cantidad de dinero que algunos propietarios de viviendas deben a los bancos, provee pagos de dinero en efectivo a algunas víctimas de ejecuciones hipotecarias fraudulentas y establece un sistema de ayuda para que algunas personas refinancien los préstamos a tasas de interés más bajo.
El anuncio lo hizo el secretario de Justicia, Eric Holder.
