Un satélite alemán que quedó inservible caerá este fin de semana a la Tierra y al entrar a la atmósfera su mole de metal se hará pedazos debido a la alta fricción, según indicó el Centro Aeroespacial Alemán en su página en Internet.
“El fragmento mayor probablemente sea el espejo de su telescopio, que es muy resistente al calor y puede pesar hasta 1,7 toneladas”, de acuerdo con la agencia.
El sitio y la hora en que los pedazos del satélite Rosat harán impacto sobre la superficie terrestre no han podido ser estimados con precisión, aunque los científicos calculan que el hecho ocurrirá entre la tarde del sábado y las 7 de la mañana del domingo (hora del este).
Los fragmentos de Rosat, concebido como un gran telescopio para el estudio de las radiaciones de alta energía, entrarán a la atmósfera terrestre a unos 28.000 kilómetros por hora.
El satélite no posee un sistema de propulsión propio por lo que los ingenieros espaciales no pudieron controlar su reingreso a la atmósfera una vez que el aparato concluyó su misión en 1999.
Desde entonces, Rosat se mantuvo en una órbita elíptica a más de 560 kilómetros de la superficie terrestre, pero en junio pasado esa altura se redujo a unos 320 kilómetros, dijo la agencia.
Después que los soviéticos lanzaron en 1957 el Sputnik, el primer satélite artificial que tuvo la Tierra, más de 21.800 naves y artefactos creados por el hombre han caído sobre el planeta, según el Pentágono.
El mes pasado, los restos de un satélite de la agencia espacial de EE.UU. (NASA) con unas 1.200 libras de peso cayeron hechos pedazos sobre una remota zona en el sur del océano Pacifico.