Estados Unidos aplaudió la firma de un acuerdo bilateral de seguridad con Afganistán (ABS) calificándolo de “importante paso en el fortalecimiento de la sociedad estratégica entre los dos países”.
La firma del acuerdo se ha conseguido tres meses antes de que las fuerzas de Estados Unidos y los aliados de la OTAN terminen oficialmente las operaciones de combate en ese país.
El asesor de alto nivel del presidente Obama, John Podesta, dijo que “el acuerdo bilateral de seguridad provee del marco legal para que Estados Unidos continúe el entrenamiento, asesoramiento y la asistencia a las fuerzas de seguridad afganas, para que los terroristas nunca vuelvan a utilizar a Afganistán para lanzar ataques contra Estados Unidos o sus aliados”.
Las conversaciones para llegar al acuerdo comenzaron en noviembre de 2012, con la meta declarada de alcanzar un pacto antes de mayo de 2013. Sin embargo las negociaciones con el expresidente Hamid Karzai resultaron más difíciles de lo pensado al rehusarse a firmarlo, prefiriendo dejar esa tarea a su sucesor. El tortuoso proceso eleccionario que siguió complico aún más la negociación.
Un acuerdo similar de Estatus de Fuerzas se espera sea firmado por el nuevo gobierno con la OTAN, para poder dejar en el país una fuerza residual aún no determinada para comienzos de 2015.